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La Generalidad no afloja y ordena a los Mossos que no precinten los colegios del 1-O

La dirección de la policía autonómica advierte de que impedir el referéndum podría ocasionar graves disturbios.

Los Mossos d'Esquadra no quieren cumplir la orden de la Fiscalía de precintar los colegios electorales. El major de la policía autonómica, Josep Lluís Trapero, considera que tal instrucción es imposible de ejecutar y podría generar graves desórdenes públicos. La consejería de Interior de la Generalidad combina las excusas técnicas (las 6.300 mesas previstas en el referéndum obligarían a contar con la colaboración de las policías locales) con las políticas. El director general de los Mossos, el convergente Pere Soler, ha roto su silencio para impartir doctrina en Twitter (donde dijera que los españoles le daban pena) sobre las funciones policiales con una prosa un tanto tortuosa: "Buenos días. Que nadie se equivoque la misión ppal de las policías @mossos @guardiacivil @policía es garantizar Derechos, no impedir su ejercicio". El consejero de Interior, Joaquim Forn, opina que la Fiscalía intenta provocar el rechazo de los Mossos por parte de la ciudadanía, porque "no soportan que los Mossos sean una policía de Estado comparable a cualquier policía europea".

Coronel al mando ratificado

En medio de ese clima de tensión, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ha respondido a un recurso de la Generalidad con la ratificación del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos como "mando único" en el operativo policial para impedir el referéndum. El gobierno catalán pretendía que la coordinación entre los diferentes cuerpos policiales se llevara a cabo en el marco de la Junta de Seguridad, un organismo que preside Carles Puigdemont.

Junta de Seguridad

La Generalidad no afloja y ha convocado para este jueves una reunión de dicho organismo, en la que están representados los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los Mossos y las policías locales. La contraprogramación ha surtido efecto. El Ministerio de Interior ya ha anunciado que asistirá a la convocatoria, mañana a las doce, a pesar de su irregular convocatoria unilateral. No ha habido comunicación previa, como es preceptivo, ni hay orden del día previsto. Fuentes de Interior alegan que se asistirá a la cumbre por "responsabilidad" e insisten en que todas las medidas que se están adoptando responden a instrucciones de fiscales y jueces para que se cumplan las resoluciones del Tribunal Constitucional.

Choque inevitable con Trapero

El choque con el jefe policial de los Mossos parece inevitable. Josep Lluís Trapero se ha convertido en un icono separatista y no está dispuesto a someterse a las órdenes de un coronel de la Guardia Civil. Aduce razones de "prestigio" del cuerpo policial autonómico. Sin embargo, tales razones no han impedido que los Mossos cumplieran con una orden del fiscal, la de identificar a los responsables de los centros de votación previstos por la Generalidad y advertirles de las consecuencias penales de su colaboración con el referéndum. Estas notificaciones se producen mientras la Generalidad insiste en la celebración del 1-O. Los agentes de los Mossos están contra la espada y la pared, reciben órdenes judiciales e instrucciones políticas contradictorias.

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