John Carlin hace un –presunto– ejercicio de humor este lunes, en El País, digno de un episodio de Escenas de matrimonio. El periodista inglés, que ya acumula no pocos textos infames, ha intentado hacerse el gracioso en su artículo "Una modesta propuesta", donde pide que Barack Obama medie en el conflicto catalán y que la región española sea anexionada a Reino Unido. Un descojone mudo, vaya.
"Construir puentes es lo que se necesita hoy más que nunca para poder arreglar el lío catalán. Como se empieza a oír por fin en Madrid, ha llegado la hora de intentar el diálogo. Para que el diálogo prospere se necesita sentido del humor pero también imaginación y flexibilidad, virtudes ausentes en la vieja guardia de la política española", dice Carlin, añadiendo que "el clima necesario para el diálogo sólo se podrá conseguir, evidentemente, con ayuda extranjera" y que "el mediador ideal sería Barack Obama, un hombre que entiende, como su héroe Nelson Mandela, que el sentido del humor humilde y generoso lleva implícito el respeto por la inteligencia del otro, atributo imprescindible para borrar prejuicios y abrir mentes".
Acto seguido, señala que ante "la ausencia de un plan aceptable para todas las partes" propone "incorporar Cataluña a Reino Unido": "O, según como cada quien lo quiera ver, incorporar Reino Unido a Cataluña. Significaría matar de un tiro los dos grandes problemas europeos, el Brexit y el Catexit. A los ingleses les encantaría la idea, empezando por la delicia, desconocida desde tiempos del imperio, de saber que tienen un lugar suyo en el mundo con playas, buena comida y sol. Les convendría a efectos prácticos también. El precio de salir de la Unión Europea es la pérdida del acceso al mercado único continental; sumar Cataluña a su esfera mercantil ampliaría sus reducidas opciones de manera nada desdeñable".
"Para los catalanes las ventajas serían incluso mayores. Ya que el precio del Catexit también sería la salida de la Unión Europea, tendrían el considerable consuelo de poder comerciar sin tarifas o impuestos con un mercado de 66 millones de personas", agrega.
Además, el periodista inglés acude al fútbol: "La consecuencia más grave de dejar España para el grueso de la población catalana sería que el FC Barcelona tendría que abandonar la Liga española de fútbol. Con la incorporación a Reino Unido, problema resuelto. El Barça jugaría en la Premier League inglesa". Caray, cómo se ha degradado el humor inglés.