Colabora

Puigdemont recicla los atentados del 17-A para "animar" la mani del 11-S

Dice que los ataques demostraron que "estamos preparados" y "condena" el terrorismo "venga de donde venga", según la fórmula proetarra.

Carles Puigdemont | Generalidad de Cataluña

Máxima tensión con el Estado. La Generalidad se jacta de los preparativos del referéndum. Todo está dispuesto para la votación del 1 de octubre. Desprecio a la Guardia Civil, burlas a los agentes que registran la sede de la revista local que podría haber hecho el encargo por encargo de la Generalidad de imprimir los manuales de instrucciones para los presidentes y vocales de mesa. Puigdemont jalea también que se presione a los alcaldes contrarios a ceder locales para la votación.

En ese contexto, el discurso "institucional" del presidente de la Generalidad de cara a la Diada de este lunes incrementa la tensión. Puigdemont arranca con un "sentido recuerdo a las víctimas" del 17A. Define los asesinatos en Barcelona y Cambrils como un "atentado menospreciable" y asegura que el "dolor de las víctimas no se borra como no se borra la reacción de la ciudadanía, de los servicios de emergencia y, en especial, de los Mossos d'Esquadra". También menciona a la "comunidad musulmana, especialmente activa en la movilización ciudadana".

De manera inevitable enlaza con que tal reacción es la prueba definitiva de la aparición de un nuevo estado, la república catalana. El "éxito policial" y la "unidad" social son las claves. "Hemos demostrado que sabemos dar respuesta al terrorismo, que estamos preparados para asumir cualquier reto como país". Adiós España. Continúa el president: "Nada ni nadie romperá la convivencia en Cataluña".

El mismo Puigdemont que consideraba "miserable" hablar del proceso y los atentados islamistas es quien en el discurso institucional de la fiesta autonómica de Cataluña incurre en la vinculación. Los atentados, afirma, han demostrado que Cataluña está preparada para ser una nueva nación de Europa.

Otegi, admirado y asombrado

Los dirigentes separatistas catalanes aparentan un gran entusiasmo. Arnaldo Otegi, de gira por Cataluña, entrevistado en TV3, agasajado en los círculos periodísticos catalanistas, se confiesa asombrado. Su historial no es incompatible con las condenas a los atentados. El propio Puigdemont lo demuestra en el discurso previo a la Diada: "Somos una sociedad que siempre ha rechazado la violencia venga de donde venga", afirma. Es la misma fórmula que empleaban los proetarras tras cada matanza de ETA.

"No permitiremos que nadie rompa la convivencia en Cataluña", añade Puigdemont para enlazar con el referéndum. "Es legal de acuerdo con las leyes que ha aprobado el Parlament de Cataluña, sede de la soberanía popular", sostiene. "Hubiéramos querido que fuera un referéndum pactado, como en Escocia, pero ha sido imposible. A pesar de todo será un referéndum con todas las garantías. Iremos a votar como hemos hecho siempre. Las urnas unen, no dividen, porque en las urnas cabe todo el mundo. Hacemos lo que dijimos que haríamos, cumplimos lo que prometemos", concluye.

Todo está dispuesto para el referéndum. Este lunes será el propio Puigdemont quien encabece la manifestación, un nuevo alarde de masas para abrir la campaña del 1-O.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario