Miércoles, ocho de la noche, mientras el Parlamento de Cataluña comienza el camino para aprobar las llamadas leyes de desconexión, el Gobierno y Ciudadanos ultiman la reunión que Mariano Rajoy mantendrá, por segunda vez en tres días, con Albert Rivera en La Moncloa, donde el líder naranja es citado finalmente a primera hora de la tarde del jueves, mientras que Pedro Sánchez acudirá por la mañana.
Serán, por tanto, dos reuniones, pese a que Rivera le había propuesto a Rajoy que uniese a los tres líderes en un sólo encuentro. Una foto de la unidad constitucionalista a la que se refería así Rivera en su rueda de prensa: "En estos momentos, con la que está cayendo, una foto de los tres sería muy necesaria".
El propio Rivera, que contestaba a las preguntas de una informadora, deslizaba sutilmente que fue Sánchez el que no quiso la foto. "Pregunten a los que no quieren" afirmaba, después de decir que tanto Ciudadanos como el Gobierno estaban de acuerdo.
"A lo mejor a Rivera le gustan las fotos"
El mismo jueves, fuentes del PSOE negaban que hubiera existido esa negativa de Sánchez a reunirse (y fotografiarse) con Rajoy y Rivera, una línea argumental en la que, a primera hora de este viernes, insistía Margarita Robles.
En declaraciones a Antena 3, la portavoz parlamentaria de los socialistas arremetía contra Rivera y resaltaba el papel preponderante del PSOE como primera fuerza de la oposición: "Lo importante no son las fotos. Lo importante son las posiciones claras e inequívocas, y el PSOE tiene esa posición de Estado clara e inequívoca. No hay que olvidarse que el PSOE es el líder de la oposición y como líder de la oposición está apoyando al Gobierno sin fisuras. A lo mejor al señor Rivera le gustan las fotos, pero a mí, lo que me gusta, es que se realicen actuaciones concretas".
Poco después, en cambio, era la exministra Carmen Calvo, secretaria de igualdad de la Ejecutiva, quien dejaba claro que Sánchez rechazó la foto, argumentando que no era momento para un encuentro de ese tipo: "El momento no es de foto. El momento es de actuar con todas las armas que la Constitución y nuestro Estado de Derecho nos pone para la preservación y la defensa de nuestra democracia. En eso el secretario general ha hecho lo que los españoles esperan de los socialistas".
La respuesta que el gabinete de Albert Rivera recibe el miércoles por parte de Moncloa, después de haber hecho la propuesta en una llamada anterior es, literalmente, que "Sánchez no quiere".