Los preparativos para el referéndum separatista del 1 de octubre están más que avanzados. El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, se jactaba hace unos días en una entrevista en el Financial Times, de que ya disponía de seis mil urnas para llevar a cabo la consulta. El gobierno catalán dispondría también del censo electoral y está a punto de obtener el material impreso de instrucciones y registro de votantes con el que trabajarán los presidentes, vocales e interventores.
El encargo del manual se lleva a cabo en una imprenta del polígono industrial de Constantí, en Tarragona, según informa el digital local La República. Este medio sostiene que la Generalidad habría dado la orden de imprimir este material por persona interpuesta, un empresario afecto a la causa separatista. El manual consta de 24 páginas en catalán y español en las que se indica a los presidentes y vocales que sólo pueden votar los mayores de 18 años registrados en el censo y cómo se debe llevar a cabo el control manual de votantes.
El digital atribuye el encargo al semanario El Vallenc, cuyo director, Francesc Fàbregas, y el alcalde de Valls, el convergente Albert Batet, niegan "categóricamente" tener nada que ver con la imprenta y con la impresión de los manuales que reproduce La República. También lo ha negado la propia imprenta a Es la Tarde de Dieter.
El consejero portavoz de la Generalidad, Jordi Turull, ha afirmado este martes que el Gobierno catalán está en disposición de activar el referéndum en cuando lo pida el Parlament, lo que previsiblemente sucederá este miércoles con la alteración del orden del día del pleno para introducir la votación sobre la ley del referéndum. Puigdemont tiene previsto celebrar un consell executiu exprés, probablemente en la misma cámara autonómica, para firmar de manera colegiada el decreto de convocatoria y su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat.
Entre tanto, los preparativos del referéndum se mantienen en el más absoluto de los secretos, una táctica que según Turull se debe a que el Gobierno hace lo mismo respecto a sus planes para impedir la consulta.