Doce días desde los atentados arrojan el siguiente recuento: cinco terroristas abatidos en Cambrils (Tarragona), el conductor de la furgoneta de Las Ramblas Younes Abouyaaqoub neutralizado en Subirats (Barcelona), el imán de Ripoll (Gerona) y otro yihadista muertos en la explosión de la vivienda de Alcanar (Tarragona), dos detenidos en Marruecos por su presunta vinculación con los hechos, dos sospechosos en prisión incondicional y dos más en libertad con medidas cautelares porque sus vínculos con la célula son algo endebles.
La investigación entra en su segunda fase y Fernando Andreu necesita tiempo y recursos. Para lo primero, ha renunciado al tiempo que le restaba de vacaciones. El juez estaba de guardia cuando se produjeron los ataques -por eso se está ocupando de la instrucción- y no disfrutará de momento de esos días libres. Para lo segundo, ha solicitado refuerzos en la plantilla de funcionarios que conforman su Juzgado Central de Instrucción nº4. En este sentido, el magistrado no olvida los procedimientos relativos al caso Bankia y al Popular.
Tiene en las próximas semanas mucha tarea. Se está centrando en los vínculos directos de los integrantes de la célula yihadista con Estado islámico. Como adelantó en la reunión que mantuvo con la Guardia Civil, la Policía y los Mossos, cursará comisiones rogatorias a países como Francia y Bélgica por sus nexos con los terroristas investigados. Se avecina también una extensa ronda de interrogatorios a los testigos de los ataques en las Ramblas y Cambrils, a los dueños de los establecimientos que abastecieron -a priori, sin saberlo- al grupo y al entorno afectivo y profesional de los terroristas y sospechosos.
Fernando Andreu armará el sumario con los partes médicos y de lesiones y atenderá las solicitudes de personación en el caso de las acusaciones. Por ejemplo, la propia Generalidad o colectivos como la AVT. Al mismo tiempo, continúa la acumulación de indicios procedentes de trabajos en la casa de Alcanar y otros registros. El juez dispone en su mesa de un recurso contra el auto que envió a prisión a Driss Oukabir, hermano de uno de los terroristas abatidos en Cambrils. Fue la persona que alquiló la furgoneta que Younes Abouyaaqoub utilizó en la masacre de las Ramblas. Alega ahora que no se justificó su ingreso en la cárcel y deberá resolverse.