Izquierda Unida convocó este martes a los periodistas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a un acto que pretendía defender la elección de la Constituyente de Venezuela. Con decenas de países negándose a reconocer el organismo e incluso la ONU alertando de torturas sistemáticas por parte del régimen, los observadores "internacionales" que participaron en el acto, el responsable de Extensión Internacional de IU, Francisco Pérez, y el exeurodiputado del PSOE Vicent Garcés, defendieron lo que está pasando en el país y acusaron a la oposición de la violencia. También acudió como observadora la senadora de Podemos Vanessa Angustia.
Los participantes aludieron a las "quemaduras de segundo grado" que sufrieron durante las protestas cuatro guardias chavistas para criminalizar a los opositores. También afirmaron que se trató de un "proceso claro, nítido y transparente", cuando la oposición, e incluso la empresa que contó los votos, habla de fraude masivo. Además, se quejaron de que se hable de "dictadura" cuando, a su juicio, se trata de un sistema que "funciona con absoluta normalidad".
En el manifiesto que presentaron ante la prensa, añaden elogios al Consejo Nacional Electoral venezolano, "que en condiciones de extremo bloqueo con violencia" consiguió "asegurar el derecho al voto de toda la población". Y también califican de "incuestionable" el sistema electoral de Maduro y un "buen ejemplo", dicen, para países "de otras latitudes".
Cuando intervenían ante los medios, un espontáneo interrumpió el acto gritando "están matando jóvenes en Venezuela". También les acusó de "mentir" para defender al régimen, les reprochó que ellos no han vivido allí y denunció manipulación. Un empleado de seguridad de la sala terminó expulsándolo.
El hombre que increpó a los participantes en la rueda de prensa es Alberto Casillas, un camarero que en las protestas que pedían rodear al Congreso alojó en su bar a los manifestantes pero que luego ha irrumpido en distintos actos de Podemos.