"Señores clientes, les informamos que Carrefour es ajena a la propiedad, gestión y explotación de la gasolinera que se encuentra en este aparcamiento". Este es el texto que figura en dos grandes carteles en español y en catalán que el centro comercial exhibe en la fachada de su supermercado en la localidad ampurdanesa de Torroella de Montgrí.
La gasolinera en cuestión es una de las ocho que tiene en Cataluña la empresa "Petrolis Independents", red de distribución de combustibles que decora sus estaciones de servicio con banderas separatistas, se jacta de pagar sólo a la agencia tributaria catalana y presume de responsabilidad social y corporativa "catalana". Tal cosa consiste en que sus dueños, Joan Canadell y Jordi Roset, han destinado setenta mil euros a proyectos vinculados con el proceso separatista tales como pregones de Jordi Albà, un actor caracterizado por su odio a España y las "investigaciones" del Institut de Nova Història (el que ha catalanizado a santa Teresa de Jesús, Leonardo Da Vinci y Colón, entre otros). Pero de lo que más orgullosos se sienten los propietarios de tan singular compañía es de haber sufragado la multa que se le puso al alcalde de Calldetenes (Barcelona) por negarse a colocar la bandera de España en el Ayuntamiento.
Las gasolineras de "Petrolis Independents", con tres años de existencia, no son del gusto de todo el mundo y ante las quejas de los clientes del Carrefour, el supermercado se ha visto en la obligación de aclarar las cosas. Además, la parafernalia separatista se confunde con el letrero de Carrefour e induce a confusión.
Jordi Roset, uno de los impulsores de estas gasolineras, se ufana también de poseer una bodega que produce el "Vino de la Terra Lliure".