El Mundo intenta sembrar discordia entre los separatistas. "Junqueras reunió pruebas de los contratos a dedo de Mas". ¿Divide y vencerás? Suerte, Rosell, pero no creo que dé resultado. En el editorial habla de los actos de ayer para celebrar el 25 aniversario de los Juegos del 92. "El Rey lanzó ayer una contundente y necesaria apelación a la unidad" delante de Puigdemont. A estas alturas no parece que las apelaciones sean suficientes. "Sus palabras resultan necesarias y oportunas en un momento en el que las autoridades catalanas han acelerado la hoja de ruta secesionista. El independentismo ha convertido la Cataluña abierta, cosmopolita y tolerante de hace un cuarto de siglo en una obsesión separatista que constituye un desafío para el Estado de derecho". En un manicomio, diría yo. Tampoco a Santiago González le convence este acto de "buen rollito". "No tengo nada contra el buenrollismo", aclara, pero "cada tiempo tiene su afán y creo que las palabras del Monarca llamando a la unidad no describen con precisión el inmediato porvenir", dice con mucha guasa.
El País dice que "la ONU ignora la petición de observadores para la consulta". ¿Habían pedido observadores de la ONU? Lo dicho, están como una moto. Dice el editorial que "dada la creciente tensión, cualquier observador lejano valoraría como sorprendente" el buen rollito de ayer. "Permite albergar alguna esperanza de que la ubérrimas lecciones del 92 sean aplicadas creativa y dinámicamente en el contexto diferente, y mucho más complejo, de 2017". El que no se consuela es porque no quiere. Javier Cercas no es tan optimista. Denuncia la "soberbia" y el "matonismo" de los indepes y dice que "mucho me temo que a estas alturas lo único que podemos preguntarnos es cómo minimizar los daños. Menudo desastre", dice. Sí, la cosa pinta fea.
ABC dice que "el recuerdo de Barcelona 92 evidencia la ruina moral del secesionismo". Un artículo del jurista Antonio Garrigues Walker en La Tercera me deja estupefacta, ojiplática, sin palabras. Por lo que dice y por en qué medio lo dice. Vean, vean. "Cataluña –es algo que tenemos que aceptar sin reservas– nunca abandonará su aspiración a una soberanía profunda, y entra dentro de lo posible que los cambios que se están produciendo en el mundo y en la ciudadanía y la política interna española, puedan generar, en su tiempo, las condiciones adecuadas para alcanzar este objetivo". Resulta cuando menos curioso leer esto en un periódico que reclama un día sí y otro también que se aplique ya el 155. El señor Garrigues se pliega a la teoría de la supremacía de la raza catalana sobre el resto de España. "Cataluña tiene que sentir la profunda admiración del resto de España por todo lo que ha hecho –más sin duda que ninguna otra comunidad– en el proceso de desarrollo modernización y enriquecimiento de nuestra vida democrática, económica y cultural". ¿Mande? Perdone, señor Garrigues, hable por usted, aquí nos hemos deslomado todos por igual. Y no, a algunos Cataluña no nos produce más admiración que Galicia, Extremadura o Madrid. Y sigue. "Cataluña tiene que sentir además que respetamos sin reservas –e incluso con cierta envidia– la pasión por su identidad, por su lengua, por su cultura, por su historia y también sus deseos de alcanzar las máximas cotas posibles de autogobierno". Pues va a ser que no, señor Garrigues, envidia ni mijita. Por estas tierras también tenemos pasión por nuestra lengua, el castellano, por nuestra cultura y en cuanto a la historia de Cataluña es la historia de España, se pongan como se pongan estos fanáticos enloquecidos. Además, tenemos la suerte de sentirnos orgullosos sin insultar ni desmerecer a nadie, así que la envidia la tendrán que tener ellos. En cuanto a sus deseos irrefrenables de autogobierno, por aquí lo que estamos es hasta el gorro de aguantarlos. Así que, vayan con Dios, y tanta paz lleven como descanso dejan.
La Razón ya sabe las preguntas del examen que tendrá que responder Rajoy, y si lo sabe Marhuenda es que lo sabe Rajoy. Tongo, tongo. "¿Se reunió con el señor Correa en la sede del PP?", "¿cobró sobresueldos en negro del PP?". Chupado. Destaca Marhuenda el sermón real de ayer. "El rey llama a trabajar juntos por Cataluña y por España". Qué emotivo y original mensaje. Aunque lo mejor de hoy del periódico de Planeta es el tortazo que le arrea a Felipe González por criticar la labor de Zapatero en Venezuela. "Felipe González se ha ofrecido en varias ocasiones para mediar en Venezuela sin que nadie haya requerido su presencia. Quizá esto explique que trate por todos los medios de tirar por tierra la encomiable labor de su compañero de partido Zapatero". ¿Y desde cuándo Marhuenda es el defensor de Zapatero?, se preguntarán sus lectores hechos un lío. Pues desde que amito Rajoy avala la intermediación, obviamente. Zapatero estará en el séptimo cielo.
La Vanguardia se pone tierna. "El recuerdo del 92 rescata por un día el espíritu del diálogo". No hay nada más lindo que la familia unida, atada por los lazos del amooor… "Junqueras descarta enviar la lista de funcionarios que le reclama Hacienda". "El Govern planta cara y recurre la amenaza de cortar el FLA". Pumba, zaca, dale duro, qué poco dura la alegría en la casa del pobre.