La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prometió públicamente que "se pondrán todas las facilidades para participar" en el referéndum ilegal que los independentistas pretenden celebrar el 1 de octubre, e incluso llegó a cuestionar: "¿Quién puede dudar que Barcelona está comprometida con el derecho a decidir?".
Pero al parecer, el compromiso de Ada Colau no incluye la consulta –convocada por el parlamento democráticamente elegido en las urnas– que celebra este domingo la oposición venezolana para rechazar la reforma constitucional propuesta por el presidente Nicolás Maduro, y su ayuntamiento ha impedido que se monten las urnas en un centro cívico porque según la administración local, no se han tramitado los permisos. Finalmente la votación se ha trasladado a la calle, que ha sido cortada al tráfico por la Policía Urbana.
Según ha informado la organización SOSVenezuelaBcn, que organiza en Barcelona la consulta, la plataforma tenía previsto montar en el centro cívico Pere Quart del barrio de Les Corts las urnas para participar en la votación que la oposición ha convocado al margen del Gobierno en contra del proceso constituyente impulsado por Nicolás Maduro.
Sin embargo, a primera hora de esta mañana un concejal del distrito de Les Corts ha acudido al centro cívico a comunicar a los organizadores que carecían de permisos para utilizar ese local municipal, autorización que debe tramitarse previamente a través del consistorio.
Boicot a la democracia en #Barcelona
— SOSVenezuelaBCN (@SOSVenezuelaBCN) 16 de julio de 2017
Regidor del @bcn_ajuntament niega el acceso al Centro Cívico pagado por los ven https://t.co/C13AyqS2Oq
Un portavoz municipal ha explicado a Efe que el Ayuntamiento tuvo constancia este sábado por la tarde de la intención de la plataforma opositora a Maduro de montar las urnas en el centro cívico, después de que acudieran a la Guardia Urbana a pedir que garantizaran la seguridad en una votación a la que esperan que acudan entre 18.000 y 20.000 personas. A primera hora de la mañana ya habían colas.
Pese a impedirles la entrada al centro cívico, el portavoz municipal ha asegurado que se han cedido a los organizadores de la consulta sillas y mesas para montar las urnas en la calle, frente a las puertas del centro cívico, que además ha sido cortada al tráfico por la Guardia Urbana para garantizar la movilidad y la seguridad de la votación.
Una portavoz de la plataforma impulsora de la consulta, por su parte, ha expresado su "sorpresa" por que se les haya impedido la entrada al centro cívico y ha manifestado su malestar por el hecho de que hasta hoy no se les haya comunicado desde el Ayuntamiento que carecen de permisos para utilizar el equipamiento municipal.
Además, la portavoz asegura que la plataforma ha pagado 800 euros por el uso del centro cívico a una empresa concesionaria que gestiona este tipo de equipamientos y atribuye a una cuestión "política" la decisión del Ayuntamiento de impedirles el acceso al local.