El yihadista detenido en Málaga buscaba armas y un chaleco antibalas para atentar

La Guardia Civil detuvo a última hora del pasado viernes al yihadista danés de origen sirio Ahmed Samsam. Había regresado de combatir en su país de orígen en las filas de Estado Islámico y había evitado volver a Dinamarca porque allí tiene pendiente una pena de prisión que debía haber empezado a cumplir el pasado 15 de junio. Creyó que asentándose en España y, exactamente, en Málaga, podría pasar desapercibido y continuar con su actividad terrorista.

Fuentes del Ministerio del Interior han explicado este lunes que el hecho de que el arrestado fuese un retornado con experiencia en una zona de conflicto, unido a la pericia que en aquella zona había alcanzado en el manejo de armas y explosivos, y a su manifiesta intención de cometer un atentado terrorista en suelo español, le convierten en "uno de los yihadistas más peligrosos" que han sido detenidos en nuestro país en los últimos años.

Las mismas fuentes han destacado que Ahmed Samsam apenas llevaba un par de semanas en suelo nacional, desde el 14 de junio, según los datos que poseen, pero durante este tiempo "había buscado de manera activa la adquisición de armas y material de protección como chalecos antibalas" con el objetivo más que posible de cometer un atentado terrorista, al tiempo que seguía utilizando las redes sociales para radicalizar a otros musulmanes.

La detención de este terrorista yihadista no fue fácil de realizar. Y es que desde que llegó a España huyendo de la justicia danesa estuvo empleando técnicas de contrainteligencia, tanto a nivel físico como informático, con el objetivo de no ser localizado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Unas técnicas de contrainteligencia que los investigadores que consiguieron su arresto han calificado como "avanzadas".

Los datos oficiales del Ministerio del Interior cifran en 180 el número de terroristas yihadistas que han sido detenidos en operaciones policiales llevadas a cabo tanto en España como en el exterior –aunque por iniciativa de los agentes españoles– desde que el pasado 26 de junio de 2015 las autoridades españoles elevaron a 4 (riesgo alto de atentado) el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA).