Podemos planteó el debate de la moción de censura contra Cristina Cifuentes en la Asamblea de Madrid como un ensayo general de la que el partido protagonizará el próximo martes 13 de junio en el Congreso de los Diputados. Pero este "ensayo" no salió como estaba previsto. El discurso inicial de su candidata Lorena Ruiz Huerta fue, en palabras de dirigentes de la formación, "manifiestamente mejorable". La podemita tampoco tuvo mucho éxito en su intervención final, dirigida a un PP que había abandonado el Pleno minutos antes, después de que Ramón Espinar asegurase que "habían aplaudido a los que robaron".
"Unos discursos muy sobrios, en los que se buscaron la seriedad que requería este momento, que las señorías del PP se tomaron a broma", aseguran desde la dirección del partido.
Precisamente, esa forma de "tomárselo a broma" del Partido Popular fue uno de los factores que hizo que la moción fracasase, en todos los sentidos. Numéricamente la tenían perdida desde que la presentaron pero en el partido morado tenían la esperanza de ganarla "mediáticamente" y "moralmente". Pero no fue así.
El debate se convirtió en una batalla campal y los continuos ataques del PP, haciendo referencia a los escándalos más polémicos de la formación en los últimos años, empañaron sus discursos en los que pusieron encima de la mesa los numerosos casos de corrupción que afectan al partido de Cifuentes.
"La financiación" por parte de Venezuela, el bebé de Bescansa en el Congreso, la beca de la Universidad de Málaga a Errejón, el informe de Monedero para diferentes países latinoamericanos, el asistente de Echenique... fueron recordados por los representantes populares en repetidas ocasiones.
Fracaso
A Pablo Iglesias solo le quedó abandonar la Asamblea de Madrid cargando contra el Partido Popular y contra la presidenta de la cámara autonómica, Paloma Adrados, de la que dijo que "había dado un espectáculo" y "manipulado el Reglamento" a favor de los suyos para "hacer trampas y que los del PP intervinieran más veces de las que les correspondían".
Desde el PSOE también se criticó a la popular por actuar de forma "partidista". Adrados se refugió en el artículo 113.6 del reglamento de la Asamblea de Madrid, que establece que los miembros del Consejo de Gobierno podrán intervenir en los debates siempre que lo soliciten.
Como estaba previsto, la moción de censura presentada por Podemos no salió adelante al no contar con la mayoría absoluta necesaria. PP y Cs votaron en contra y el PSOE-M se abstuvo. El resultado fue de 27 votos a favor, 64 en contra y 37 abstenciones.
Tras casi once horas de intervenciones, terminó la sesión. El próximo martes 13, los dirigentes de Podemos protagonizarán su segundo debate de moción de censura en una semana. Se verá entonces si han corregido los errores del ensayo general de este jueves.