El Mundo dice que "el PP maniobra para frenar la comisión sobre sus finanzas" y "amenaza con pedir a un juez que suspenda la investigación parlamentaria". Lo llevan crudo. Mientras, Sánchez se mueve como una lombriz. "Sánchez ofrece a Patxi López el puesto clave para negociar con Cataluña". Mejor tener a los enemigos cerca. Cuenta Raúl del Pozo que ha preguntado por ahí "¿qué fue de Susana Díaz?". Le contesta un podemita "al oído" que "Cruella de Vill no descansa. Ahora necesita un barniz de izquierdas y ha seducido a Diego Valderas para que acepte el cargo de comisionado de la memoria histórica". La política es como una serie, los personajes vuelven una y otra vez. "Cree haber olido carne fresca y va al asalto". ¿Diego Valderas huele a carne fresca? Pues Susana tiene atrofiado el olfato, porque éste lleva décadas de carguito en carguito. Más bien debería olerle a podrido. También pregunta Raúl por Pedro Sánchez. Le cuentan que "se cree Napoleón, y como Napoleón, es un ser huraño y taciturno". ¿Se cree Napoleón? Mal andamos.
El País dice que "los atentados enturbian las elecciones en Reino Unido". Bienvenidos al club, por aquí sabemos mucho de eso. Enrique Gil Calvo dice que Pedro Sánchez es "la estrella del momento". "Le adoran los militantes, le miman las cámaras, le admiran los votantes y le envidian sus rivales". Según Calvo, "al líder socialista le aguarda lidiar con Iglesias para ganarse el voto progresista", y Pedro, que ya tiene cogida la medida al podemita, parte con ventaja. "Es verdad que el podemista resulta cada vez más antipático, mientras el resurrecto ha recobrado las simpatías del público". Le falta, eso sí, "don de lenguas para seducir, convencer a propios y extraños". Claro, que si su oponente es Iglesias, lo tiene chupado, al Querido Líder se le han acabado las pilas.
ABC dice que "el asedio yihadista desquicia la campaña electoral británica". No es para menos, menuda plaga. Ignacio Camacho analiza las encuestas y llega a la conclusión de que "el tretrapartidismo se ha dividido en dos bloques casi incomunicados. Solo hay trasvase de voto en cada bando", así que no nos movemos del sitio, como si bailáramos un chotis. Manuel Marín ve claramente "el declive electoral de Podemos" y le echa la culpa al líder. "Iglesias ha cometido un error al presentarse ahora como una agente supradependiente de Pedro Sánchez porque ofrece síntomas de debilidad y contribuye a rearmarlo". Además su discurso es "monótono y repetitivo", aburre a las ovejas. Su oferta a Pedro para gobernar "llega tarde y mal. Sánchez se ha propuesto dominar la situación, manejar los tiempos sin obsesiones prematuras de poder, y dividir a Podemos". Pablo está más perdido que el barco del arroz. Este bobo prepotente creyó que iba a ganar Susana, como creyó que iba a dar el sorpasso al PSOE y cuando las cosas no salen como él se las imagina coge una depre como un crío enrabietado.
La Razón cuenta que "el gobierno prevé pedir al TC la suspensión de Puigdemont". Qué lata. Dice Marhuenda que "se está viviendo un enfrentamiento político dentro del independentismo entre, por un lado , el PDeCAT, que puede quedar en la marginalidad política, y que necesita rentabilizar electoralmente el conflicto, y, por otro, ERC, que ve cercano el momento de situarse como fuerza central del nacionalismo catalán y alcanzar la Generalitat. En medio, están los ciudadanos catalanes". Te admiro, Marhuenda, que aún encuentres motivaciones para editorializar sobre el peñazo catalán es un ejemplo de constancia digna de alabanza. Incluso a costa de que la gente huya como de la peste de La Razón en el quiosco.