El día 6 de junio está previsto que comiencen las comparecencias en la Comisión de Investigación del Senado que pretende esclarecer las cuentas de los partidos políticos. Uno de los objetivos del PP es que se hable de los ERE, del caso del fraude de la formación, tal vez de Invercaria y otros macrocasos que también, junto a los propios, han asolado la vida política nacional y andaluza en los últimos años.
Por ello, el PP, que disfruta de la mayoría absoluta y que domina por ello la Comisión, podrá llamar a comparecer a cualquier dirigente socialista y de cualquier partido político. El reglamento del Senado expresa con toda claridad que las Comisiones de Investigación podrán requerir la presencia de cualquier persona para declarar ante las mismas con los efectos previstos en la ley que desarrolle lo dispuesto en el artículo 76.2 de la Constitución.
Es conocido que esta Comisión, puesta en marcha por el PP, parece la respuesta que un PP acosado por la Comisión de Investigación del Congreso sobre el caso Bárcenas y sus derivadas ha puesto en marcha para que la imagen de la corrupción no recaiga sólo en su partido. La decisión se hizo urgente cuando el PP, que no podía controlar dicha Comisión, fue sorprendido por la llamada a comparecer del propio Mariano Rajoy que, lo que son las cosas, puede acudir a ella incluso más de una vez.
Como recuerda el diario El País, es el propio PP el que se ha encargado de difundir esta relación entre ambas Comisiones. El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, aseguró este miércoles que si la oposición convierte en una causa general contra el PP la comisión del Congreso y no admite que declaren líderes de otros partidos, les llamará a comparecer en la comisión del Senado.
Por ello, Pedro Sánchez, flamante vencedor de las primarias, podrá ser llamado a declarar por el PP en esta comisión del Senado, así como otros líderes políticos. El PP tenía reticencias por llamar a declarar a Susana Díaz si ella hubiera sido la elegida por la militancia socialista como nueva líder nacional. Es obvio que su sí a la abstención para lograr la aprobación de los presupuestos se contraponía con claridad al "no es no" de Pedro Sánchez.
Ahora nada impide al PP llamar a declarar a Pedro Sánchez e incluso a Susana Díaz si lo estima conveniente. Tal decisión podría tratar de contrarrestar el efecto de la comparecencia de Rajoy en el Congreso de los Diputados.
De momento, el PP ha dado el paso decisivo de urgir la constitución de la Comisión del Senado. Su presidente, el popular Pío García Escudero, envió ayer una nota a los partidos con presencia en la Cámara Alta para que se apresten, antes del día 2 de junio, a nombrar a sus miembros en la mencionada Comisión.
Por ello, Pedro Sánchez será el responsable socialista que tendrá que decidir qué senador del PSOE y de qué nivel político será miembro de esta Comisión en el Senado. Una de las opciones será que sea un senador andaluz de la órbita de Susana Díaz u otro senador afín a la recién derrotada en las primeras, sea el designado. Está claro que, en los últimos años, ha sido el territorio más vinculado a casos de corrupción con sospechas de financiación irregular del PSOE.
Recuérdese la dureza de la posición de Pedro Sánchez respecto a la comparecencia de Rajoy en el Congreso. Poco antes de las elecciones primarias, afeó a la gestora de su partido, dominada por Susana Díaz, por no haber solicitado la comparecencia de Mariano Rajoy en el Pleno del Congreso, y no sólo ante la Comisión de Investigación llamada la Comisión Bárcenas.
La Comisión de Investigación del Senado comenzará sus sesiones a partir del día 6 de junio para investigar las cuentas de los partidos. Por ella, además de los citados, se da por descontado que harán el "paseíllo" tanto Albert Rivera como Pablo Iglesias, que han arrinconado al PP en la comisión del Congreso.