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Pedro Sánchez quiere que el PSOE asuma la "plurinacionalidad del Estado"

Los sanchistas llevarán al congreso del PSOE la España "plurinacional". También tratarán de maquillar sus derrotas en las urnas. 

Pedro Sánchez entrando en Ferraz | EFE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quiere someter al voto de los mil delegados que participarán en el 39 Congreso Federal del 17 y 18 de junio su idea de "perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado" en el marco de una reforma constitucional federal.

Así consta en las enmiendas que ha presentado a la ponencia marco del congreso relativas al modelo territorial de España, en las que subraya el "mantenimiento de la soberanía en el conjunto del pueblo español".

La idea de plurinacionalidad no está recogida en la ponencia política encargada por la gestora al diputado vasco Eduardo Madina, pero sí en el proyecto con el que Sánchez concurrió a las primarias desde su primera versión, presentada por él mismo en febrero, hasta la última, producto del debate entre más de 300 expertos y unos 9.000 militantes.

Por otro lado, Sánchez quiere que la ponencia marco sitúe en el año 2011 el declive electoral del partido, suprima la referencia a las derrotas históricas de 2015 y 2016 y reconozca que en esos comicios los socialistas evitaron el sorpaso de Podemos.

Derrotas maquilladas

Sánchez pretende eliminar del documento oficial del congreso la idea de que "tras abandonar el gobierno a finales de 2011 el PSOE ha encadenado los dos peores resultados de su historia en las elecciones de diciembre de 2015 y junio de 2016", con él de candidato.

"Intentamos poner los puntos sobre las íes sobre la evolución electoral del partido", ha reconocido uno de los coordinadores del programa político de Sánchez, el economista Manuel Escudero, en la presentación de las 84 enmiendas que los sanchistas quieren introducir en la ponencia elaborada por la gestora.

La interpretación de los resultados electorales del PSOE ha sido uno de los motivos de discrepancia entre Sánchez y sus adversarios durante los últimos tres años, ya que estos le responsabilizaban de las derrotas; incluso su principal rival en las primarias, Susana Díaz, hizo de ello uno de los ejes de su campaña, mientras que el entorno de Sánchez pone el acento en los 4,5 millones de votos perdidos por Zapatero.

La enmienda de Sánchez no solo suprime la referencia expresa a sus malos resultados históricos, sino que reivindica que "la espectacular difusión de los movimientos del 15-M, la aparición de Podemos y Ciudadanos y la intensa campaña mediática diseñada por la derecha económica y política para hacer un sandwich al PSOE y formar el sorpaso por Podemos no ha logrado el objetivo de relegar al PSOE".

"Remontada" del 0,6%

Aunque el texto que propone Sánchez reconoce que en las elecciones de 2015 los socialistas perdieron 1,5 millones de votos respecto a 2011, destaca que recuperó 2 millones respecto a las europeas de 2014, y que en la repetición electoral de junio de 2016 se produjo una "ligera remontada de 0,6%" en porcentaje de voto, con una menor participación y la pérdida de 120.000 votos".

En sus enmiendas, Sánchez traslada también a la ponencia su visión crítica con la abstención a la investidura de Rajoy, a la que se refiere, sin nombrarla, como una posición que "se limitó a dejar el camino expedito al PP en unos momentos en que los españoles están especialmente sensibilizados ante las agresiones sociales y laborales, y los escándalos de corrupción que azotan al PP, sin olvidar la crisis territorial que se sufre" en Cataluña.

Laicismo y economía

Otras enmiendas incluyen como un nuevo pilar del Estado del bienestar la suficiencia económica mínima para cualquier ciudadano. Las hay también que pretenden superar la "visión economicista" de la cultura que, a su juicio, plasma la ponencia marco que dirigieron Madina y el economista José Carlos Díez, y reubicarla como un "derecho" y un "recurso".

Además, pretende que el nuevo proyecto del PSOE apueste por la laicidad, en cuanto a potenciar la educación laica en valores, suprimir signos religiosos y denunciar los cuatro acuerdos suscritos entre España y la Santa Sede.

Respecto a las enmiendas a la ponencia económica, sitúa en el frontispicio del proyecto socialista crear oportunidades de empleo y salarios "decentes" para todos, empezando por los jóvenes. Recoge la derogación de la reforma laboral, promover una alianza fuerte con los sindicatos para impulsar políticas dirigidas a los falsos autónomos, trabajadores independientes y becarios y el aumento gradual hasta 2020 de salario mínimo a los 1.000 euros.

Consultas a los militantes

Las enmiendas de Sánchez trasladan también a la ponencia el modelo de partido que ha defendido en su campaña de primarias. En este apartado propone que la revocación o censura de un secretario general sea motivada y acordada por un mínimo del 51% de votos del Comité Federal (u órgano equiparable a otro nivel territorial) y que sea aprobada por la militancia en una consulta.

También defiende la "obligatoriedad" de consultar a la militancia los acuerdos de gobierno y de fijar un plazo máximo de 90 días para los mandatos de las gestoras, a las que despoja de poder político.

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