Como ocurriera el pasado 21 de junio, Barcelona y otros municipios catalanes han amanecido hoy con miles de banderas españolas en la calle. Se trata en la mayoría de los casos de adhesivos de un considerable tamaño colocados en paradas de transporte público, marquesinas publicitarias, farolas, señales y otros elementos del mobiliario urbano.
En las redes sociales se acumulan las imágenes de unas banderas que serán difíciles de eliminar. La primera vez se trataba de grandes enseñas en tela que adornaban monumentos, fachadas y rotondas y que fueron retiradas en pocas horas por los agentes de la Guardia Urbana. En esta ocasión, se tendrá que recurrir a rasquetas y disolventes para eliminar el rastro. Algunas de las banderas se han colocado también en sedes de empresas y edificios administrativos, como en el que acoge al "Síndic de Greuges", el defensor del pueblo catalán.
Jóvenes identificados
El primer "fenómeno" de la súbita aparición de banderas españolas en Cataluña, donde están prácticamente proscritas, generó muchas especulaciones. Nadie reivindicó la autoría de una acción que fue calificada de espectacular y los Mossos d'Esquadra no lograron ninguna pista. En esta ocasión habrían identificado a siete jóvenes en el distrito de Sarriá-San Gervasio de Barcelona como posibles participantes.