El Gobierno español ha rechazado este domingo las "inaceptables" declaraciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en las que acusó a su homólogo español, Mariano Rajoy, de permitir una "agresión" contra el embajador en Madrid, Mario Isea, y ha advertido de que con ellas el líder bolivariano pretende "desviar la atención de la profunda crisis" que sufre la nación caribeña.
El incidente ocurrió el miércoles, cuando Isea aseguró que estaba "secuestrado" junto a un centenar de personas en el Centro Cultural de la Embajada de Venezuela en Madrid como consecuencia de una protesta de opositores que le impedía salir a la calle. El Ejecutivo español ha asegurado, en cambio, que el jefe de la misión diplomática pudo abandonar en todo momento el lugar y que había un dispositivo de seguridad desplegado.
Maduro, sin embargo, insistió el sábado en que Isea fue víctima de una "agresión". "Y Rajoy lo permitió", dijo en un acto televisado, en el que calificó de "cobarde" al presidente español, que –según afirmó– "está hundido en el fango más profundo con tantos escándalos de corrupción".
El inquilino del Palacio de Miraflores incluso instó al rey Felipe VI –cuyo nombre tuvo que preguntar a los asistentes– a promover una investigación sobre la "agresión" para que haya "castigo legal" para quienes asediaron "un establecimiento diplomático sagrado, protegido por la Convención de Viena". Le pidió que actúe "con altura de Estado" y "con respeto a la historia de las relaciones" bilaterales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha difundido este domingo un comunicado en el que tacha de "inaceptables" las palabras de Maduro y critica que "una vez más recurre al insulto y a la descalificación personal hacia el presidente del Gobierno de España".
El departamento que dirige Alfonso Dastis ha reiterado además que la "manifestación autorizada" frente al centro cultural venezolano "en ningún momento puso en peligro la integridad de los asistentes al acto, pues contó con la adecuada protección policial". "El embajador de Venezuela se mantuvo en contacto en todo momento con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación", ha afirmado.
Por ello, la Cancillería española ha considerado que al hablar de "agresión" y "secuestro" Maduro "solo puede buscar desviar la atención de la profunda crisis política y económica que padece Venezuela, frente a la cual España insta a la Jefatura del Poder Ejecutivo de ese hermano país a ofrecer soluciones efectivas y verdaderamente democráticas a los venezolanos".
"España desea para los venezolanos lo mismo que para los españoles, el progreso económico que satisfaga las necesidades de sus ciudadanos y un régimen de libertades en el que se respeten los Derechos Humanos y el Estado de Derecho, en el que se liberen los presos políticos y en el que se dé al pueblo el derecho a pronunciarse libremente, mediante el voto democrático, sobre quién debe dirigir los destinos del país", ha subrayado.