El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, y su predecesor en el cargo y presidente del PDeCAT, Artur Mas, han debatido por primera vez desde el nacimiento de la formación en julio de 2016 y han apostado por avanzar hacia una Europa más cohesionada y crear "las Naciones Unidas de Europa" en las que Cataluña tendría un papel preponderante, a su juicio.
Así lo han dicho en un diálogo al inicio de la primera conferencia ideológica del partido, en la que se ha fijado el corpus ideológico que guiará las acciones de la formación en el futuro y en la que han apuntado las líneas maestras del partido y sus principales ejes de actuación.
Tanto Mas como Puigdemont han coincidido al señalar que el actual modelo político de la Unión Europea presenta "déficits democráticos" que favorecen la aparición del populismo y el euroescepticismo, según ambos, y han propuesto una mayor integración que permita destacar los méritos de Europa.
El soberanismo como "caja de herramientas"
Ninguno de los dos ponentes se han referido al proceso soberanista de manera directa sino que han pretendido ir más allá y definir el modelo de Estado que defiende el PDeCAT, ya que, para ellos, la independencia es "una caja de herramientas" para conseguir este modelo.
Ambos han llamado a convertir Cataluña en "la Dinamarca del Mediterráneo" y han resaltado la importancia de los Estados modernos en contraposición a los estados más rígidos a la hora de construir este nuevo modelo de Unión.
Para Mas, el Estado no debe actuar como una barrera para los ciudadanos sino más bien como "un asociado o un aliado", mientras que tampoco tiene que penalizar los errores de la ciudadanía ni avanzar hacia una sobrerepresentación o estatalización de las administraciones públicas en la sociedad.
El expresidente ha puesto en valor el papel del mundo asociativo o privado a la hora de construir la sociedad catalana y es en este sentido donde ha advertido de los peligros de la estatalización: "Cataluña no tiene que perder uno de sus tesoros: haber construido un país que se ha hecho con el coliderazgo del mundo asociativo y privado catalán".
Mientras, Puigdemont ha destacado la importancia de la tecnología y la sociedad a la hora de encarar los principales retos de Cataluña en el futuro porque "no hay nación sin las personas" y, en este sentido, ha apostado por convertir las prioridades de la ciudadanía la prioridad de un hipotético futuro Estado.
Cuarta revolución industrial
En su parlamento final, el expresidente ha reclamado el legado de la generación de inmigrantes que llegaron a Cataluña y "cohesionaron a la sociedad" y, a raíz de este argumento, ha sostenido que Cataluña tiene tres retos además del proceso soberanista: sumarse a la cuarta revolución industrial, crear un sistema educativo de excelencia y mejorar los valores democráticos de Cataluña.
Por último, ha parafraseado al escritor francés Antoine de Saint-Exúpery y ha apelado a introducir en la sociedad catalana "los anhelos de alcanzar el mar libre y abierto", en una alusión velada al proceso independentista.