Si quieres caldo, toma dos tazas. Es lo que parece haber pensado el candidato a las primarias, Pedro Sánchez, al convocar a los periodistas a una rueda de prensa improvisada tras sus ataques a la prensa el día anterior en la presentación de su programa. El candidato a las primarias, que no ofrece ninguna rueda de prensa desde hace más de ocho meses, el 26 de septiembre, cuando todavía era secretario general del PSOE, quiso convocar a los medios con apenas dos horas de antelación y con la intención de contraprogramar un briefing de Susana Díaz con los periodistas en Madrid.
Motivo por el que la inmensa mayoría de los periodistas que siguen al partido socialista no han podido asistir a la convocatoria. Algunos incluso por voluntad propia pedían dar "plantón" al candidato a las primarias ante la negativa del equipo de Sánchez de posponer la rueda de prensa a otro día, incluso este sábado o domingo, que no estaba prevista ninguna convocatoria de campaña en Madrid.
Pero al acto finalmente se ha celebrado, aunque no como los periodistas esperaban. Sánchez compareció rodeado de militantes que comenzaron a aplaudir a su líder entre pregunta y pregunta con la intención de intimidar o amedrentar a los periodistas. "Nos miraban mal cada vez que preguntábamos y nos preguntaban de qué medio éramos", relataba un periodista. "Esto no es una rueda de prensa", se quejaba otro.
Tanto es así que muchos de los informadores se preguntaron al inicio del acto si podrían hacer preguntas, habida cuenta de que la apariencia era la de un mitin al uso. Y de ahí que Sánchez aclarara al inicio a sus militantes: "Me vais a permitir que aceptemos preguntas de los periodistas". "Un horror, una vergüenza, súper desagradable", comentaron.
Sánchez pide disculpas
En ese clima de hostilidad y coacción soterrada es donde Sánchez ha querido pedir disculpas a los periodistas por sus ataques el día anterior y por su aislamiento mediático estos ocho meses. A preguntas de los periodistas, Sánchez ha avanzado que su estrategia en el debate del próximo lunes será a la ofensiva contra su rival: "Yo lo que espero es que en el debate del día 15 a ver si convenzo a Susana de que la abstención fue una mala idea".
Sobre sus contradicciones y rectificaciones en lo relativo al modelo territorial no ha querido aclarar si defiende o no una reforma del artículo 2 de la Carta Magna, pero sí que su apuesta es una "nación de naciones", la España plurinacional. Y respecto a las críticas de Susana Díaz ha afirmado que "el único volantazo se dio en octubre regalándole la abstención al PP. Bienvenida a la crítica porque nosotros hemos presentado un proyecto. Sobre otros proyectos no podemos opinar porque no lo han presentado...".
Ha concluido diciendo que "el PSOE debe decidir qué orientación toma. Si queremos vertebrar el cambio político en nuestro país o nos abstenemos y decidimos regalarle el Gobierno al PP. Esta es la esencia...". Al exlíder del PSOE le han preguntado también por una posible victoria de Díaz el 21 de mayo: "Eso va a ser al revés", ha dicho provocando la ovación y las risas de los militantes.
Ha defendido que "sigo defendiendo militantes y no notables" y que su compromiso "es que después del 21 de mayo la palabra que va a salir de mi boca es lealtad. Porque yo mejor que nadie sé lo que es estar cuestionado desde el minuto uno. Eso es debilitar a la organización".