Fue, sin duda, la gran sorpresa del día. La exhibición de fuerza de un Pedro Sánchez cuya estrategia estas últimas semanas ha sido evitar entrar en la guerra de avales y dejar que fuera Susana Díaz quien generara las expectativas en torno a su candidatura. Algo que deja en la victoriosa Susana Díaz un sabor a derrota, mientras Pedro Sánchez vuelve a resurgir con 57.369 avales inesperados, y a tan sólo 6.000 de la baronesa andaluza.
Y eso que Susana Díaz ha superado sus mejores expectativas: 62.582 avales frente a los 50.000 que esperaban conseguir los suyos. Se sitúa en primera posición pero muy lejos de su intención inicial de doblar en avales a Pedro Sánchez, tal y como avanzó su equipo a Libertad Digital.
Sólo así se explica el cambio de estado de ánimo en la candidatura de Susana Díaz congregada en Ferraz. El secretario de Juventudes socialistas, Nino Torre, acompañado por varios jóvenes de diferentes agrupaciones de España, llegó con una veintena de cajas y pletóricas sonrisas, lo que contrastaba con las cabezas gachas a la salida. "No vamos a hablar de otras candidaturas", decía Torre cuando le preguntaron por las 57.000 firmas de Pedro Sánchez.
Justo antes, el representante sanchista, Santos Cerdán, proclamaba el resultado henchido de gozo: "57.369 avales. Es una cifra escandalosa, abrumadora" y rompía a aplaudir con emoción junto a una veintena de militantes.
Previamente, el equipo de Patxi López ha sido el encargado de iniciar el paseíllo pasadas las 11:00 horas en Ferraz 70 y cargados con seis cajas y 12.000 avales de apoyo a la candidatura del exlehendakari. El representante de la campaña, Óscar López, aseguró en Ferraz que "hoy empieza todo, esto no es una meta volante" en referencia a que "lo importante son los votos, no los avales" y que "hoy lo único que hacemos es cumplir con un trámite".
El recuento, aplazado
Un proceso inconcluso que, pasadas las 00:00 horas de este jueves, decidió aplazarse por "motivos técnicos". Según la mayoría de las fuentes consultadas, "el proceso de cargar los datos en el ordenador y el escáner está dando problemas". Motivo por el que se decidió hacer un parón en el sistema de recuento y aplazarlo hasta primera hora de este viernes.
De esta forma se permitiría un descanso a los trabajadores de Ferraz 70 y los interventores de cada una de las tres candidaturas que permanecían en Ferraz desde las 11:00 horas de la mañana. "Mañana harán los cruces y caerán los avales", auguraban fuentes de las tres candidaturas que también coincidían en otorgar validez a la mayoría de los avales de Pedro Sánchez tras las sospechas susanistas de que podrían haber falseado firmas para acusar a la gestora de pucherazo toda vez que fueran invalidados. "No se espera que caigan muchos avales de Sánchez", decían.
Las previsiones
Este jueves era el día D. A las 12:00 horas se cerró el plazo y la ventanilla en la sede socialista para formalizar los avales de cada candidatura y el equipo de Susana Díaz no podía ser más optimista. "Es espectacular", sentenciaban algunos de los responsables en contar las cajas y más cajas que iban llegando de todas las provincias españoles. "Vamos a sobrepasar los 50.000", auguran algunos; otros, los más optimistas, se atrevían a subir al siguiente escalón de los 60.000.
Unas cifras que cuadran con las intenciones que hace semanas revelaba su equipo a Libertad Digital: doblar en avales a Pedro Sánchez para darle un primer vapuleo, una primera victoria en la batalla por la secretaría general del PSOE que concluirá el 21 de mayo. Una estrategia contraria a la mantenida por pedristas y patxistas.
Los primeros, restando importancia a los avales, han guardado con celo sus cálculos y previsiones. A última hora de este miércoles, pocos se atrevían a coger el teléfono; síntoma para otros de mal augurio. Fuentes de esta candidatura consultadas por Libertad Digital avanzaban la cifra de 15.000 avales (la mitad de los conseguidos hace tres años por Eduardo Madina, derrotado en las primarias frente a Sánchez), muy lejos de los 57.000 que finalmente presentaron en Ferraz 70 este jueves, de ahí la enorme sorpresa.
Más modestos eran en el equipo de Patxi López que, desde el primer momento, han rechazado entrar en la llamada "guerra de los avales". Su equipo de campaña advirtió de que no tenían intenciones de competir en músculo con el susanismo y optaban discretamente por cubrir el mínimo exigido, 9.000, el 5% de la militancia.
El equipo de López se acercó a la sede socialista a las 11:00 horas, media hora después hicieron lo propio los representantes de la candidatura de Susana Díaz y, un cuarto de hora después, a las 11:45, el equipo de Pedro Sánchez.