Antonio Troitiño Arranz volverá a España y la Justicia tendrá una nueva oportunidad para que este asesino pague por sus crímenes. Una mala aplicación de la reducción de la pena en abril de 2011, en medio de la discusión sobre la doctrina Parot, le dejó en libertad después de haber cumplido solo 24 años de prisión. Cuando la Audiencia Nacional se percató del error, había huido a Londres, donde fue detenido en 2012 y acusado después de reintegración en la banda terrorista. Después de casi cinco años resistiéndose a la extradición, el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales le ha denegado el asilo político y obligado a regresar a nuestro país para ser juzgado.
Las autoridades británicas ya habían tomado esta decisión en primera instancia. El tribunal de apelación ha ratificado que "su pasado terrorista justifica en sí mismo la deportación". Como sostenía la primera orden, la expulsión se produce por razones de seguridad pública y porque "no existen pruebas de que Troitiño haya cortado sus vínculos con los terroristas vascos", de hecho, la banda le habría proporcionado los seis documentos falsos de identidad que utilizaba diariamente en Londres.
La extradición se ejecutará en los próximos días si no prospera un hipotético recurso. Volverá al banquillo por pertenencia a organización terrorista y se enfrentará con un pasado infame marcado por los 22 asesinatos que cometió como miembro de ETA en Madrid. Troitiño no cumplió la condena en toda su extensión porque se le aplicó el cómputo de pena más favorable pese al criterio contrario del Tribunal Supremo, que lo consideraba beneficioso para los delincuentes culpables de varios delitos.