La entonces portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en Huelva, María Martín, fue apartada de su cargo a finales de 2016 debido, se dijo, a que "estaba embarazada" y tal situación le impedía cumplir bien con su trabajo. La interesada reaccionó acusando a los otros dos concejales de la formación naranja de maltratar a la mujer embarazada y llevó el caso a la Ejecutiva Nacional.
Ahora, la Ejecutiva Nacional ha decidido que Martín sea repuesta en el cargo y funciones de portavoz, en los que fue relevada por otro concejal, Enrique Figueroa, con el consentimiento de Ruperto Gallardo, presidente de Ciudadanos en Huelva, y concejal asimismo en la capital onubense.
Con esta decisión, la dirección nacional que preside Albert Rivera desautoriza con claridad a la cúpula de su partido en Huelva y podría darse el caso de que los dos concejales afectados por la decisión de Ejecutiva Nacional pasasen al grupo de concejales no adscritos. En tal caso, Ciudadanos quedaría con una única concejal en el Ayuntamiento de Huelva, que sería la propia María Martín, posibilidad que da por segura la mayoría de la prensa onubense.
La Ejecutiva "insta" pero no decide
Julio Díaz, el hombre del clan de la Manzanilla que encabeza Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, ha contribuido a la confusión general cuando ha afirmado que la Ejecutiva no puede obligar al grupo municipal a aceptar la decisión de reponer a María Martín en el cargo.
De someterse a votación la cuestión, los dos concejales desautorizados, Figueroa y Gallardo, podrían imponer por dos a uno que Martín no fuera repuesta en el cargo de portavoz-
Según cuenta Huelva Información, Julio Díaz ha dicho que la decisión de la Ejecutiva nacional muestra la confianza que se tiene en María Martín y que espera que el cambio en la portavocía se haga de manera razonable y se "encaje con normalidad" acatando la decisión de la dirección nacional.
Pero mientras María Martín manifestaba su alegría por la decisión nacional, Julio Díaz, el hombre de Juan Marín en Huelva, explicaba varias veces que la dirección del partido de Albert Rivera "insta" pero que es el grupo municipal de Ciudadanos en Huelva el que tiene poder y legalidad para decidir si aplica el cambio ordenado o no.
Los dos concejales desautorizados guardan silencio y no han desvelado hasta el momento cuál será su decisión final. De inclinarse a dejar Ciudadanos, pasarían al grupo de concejales no adscritos y dejarían a Ciudadanos con un solo concejal en el Ayuntamiento de Huelva y sin representación alguna en la Diputación Provincial.
Ambos recordaron con anterioridad que el cambio de portavocía fue una decisión impulsada por ellos, pero aceptada por la dirección del partido en Huelva y a nivel nacional. No se hablaba entonces de "embarazo" sino de diferencias de criterio sobre el trabajo municipal.
Esta es la segunda crisis de calado que sufre la formación naranja en Andalucía tras el pase de la diputada autonómica María del Carmen Prieto a la situación de diputada no adscrita el pasado mes de marzo tras hacer públicas las circunstancias de sus enfrentamientos, diferencias y amenazas sufridas desde la dirección regional que personifica Juan Marín.