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El proceso separatista descarrila por la traición de ERC al PDeCAT

Los convergentes acusan a los republicanos de filtrar una reunión y las relaciones se tensan al máximo dentro de Junts pel Sí.

En el PDeCAT, la nueva Convergencia, no albergan dudas. ERC grabó y filtró la conversación en la que el número dos de los convergentes, David Bonvehí, apostaba por nombrar un candidato independentista si el proceso fracasa. La inclusión de esa hipótesis en los escenarios a corto plazo del PDeCAT se ha convertido en munición para ERC en la pugna que sostiene con sus socios parlamentarios y de gobierno para eludir las culpas del colapso del proceso separatista.

La filtración de la reunión convergente que se celebró en un restaurante de Manresa se produjo sólo dos días después de que el presidente de la Generalidad convocase una "cumbre" de urgencia en Palau con el vicepresidente autonómico y líder republicano Oriol Junqueras, el minister Raül Romeva, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, la diputada de la CUP Mireia Boya y el exdiputado antisistema Quim Arrufat.

En aquellas horas del pasado martes, el frente separatista era un hervidero de críticas y acusaciones entre convergentes y republicanos. Trascendía que Junqueras se había negado a ordenar por escrito y con su firma la compra de urnas al departamento de Gobernación, dirigido por la convergente Meritxell Borràs, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, desvelaba que la Generalidad planea utilizar a parados para montar el referéndum. La portavoz del "Govern" había desautorizado en tono áspero a Rovira y Puigdemont trató de frenar la bronca y aparentar una imagen de unidad.

Los varapalos diplomáticos procedentes de los Estados Unidos tras los dos viajes en quince días de Puigdemont y las críticas internas por el ridículo internacional agrandaban más las grietas y la "cumbre" sólo sirvió para constatar las diferencias. Puigdemont está dispuesto a llegar hasta el final en el pulso al Estado mientras que Junqueras es más partidario de una desobediencia simbólica basada en declaraciones conjuntas de los miembros del ejecutivo autonómico que no comporten la inhabilitación.

Candidato "autonomista"

En ese contexto se produce la filtración el 13 de abril de una comida convergente celebrada el 31 de marzo, un encuentro en el que Bonvehí plantea ante un grupo de alcaldes y ediles convergentes la hipótesis de que el proceso colapse. En ese caso, apunta, el partido debería optar por un candidato de corte "autonomista". El consejero de Cultura, Santi Vila, está sentado al lado de Bonvehí. Todas las miradas se dirigen a él, la cara amable del partido, exalcalde de Figueras, amigo de la exministra Ana Pastor cuando asumía la cartera autonómica de Fomento y "tapado" del ala moderada.

Bonvehí se escuda en que también contempló la hipótesis de que se celebrara el referéndum, caso para el que proponía "en medio de la vorágine un candidato muy independentista". Sin embargo, buena parte de su discurso se enmarcaba en el escenario de que el proceso terminase en "desastre", algo para lo que el partido debía proponer respuestas como las de Santi Vila, al que en su presencia definió como un político "capaz de mirar más allá".

A pocos metros se sentaban Mireia Estefanell, portavoz de ERC en el ayuntamiento manresano, y Pere Cullell, excandidato de ese partido en dicha ciudad y asesor de Junqueras. En uno de los audios filtrados a El diario se percibe otra conversación en la que Estefanell le pregunta a Cullell si le ha pasado el "whatsapp" a 'Junqui', a lo que este contesta que sí, que le ha "hecho un whats". Ese es el detalle que lleva al PDeCAT a acusar a ERC del espionaje y filtración.

Denuncia en Fiscalía

Bonvehí ha anunciado que llevará el caso a la Fiscalía por vulneración de su privacidad. Reprocha a ERC que "la independencia no se gana así" y ratifica su fe separatista: "He sido, soy y seré independentista", proclama. Por su parte, ERC niega tener nada que ver con la filtración del encuentro y ha emitido un comunicado en el que asegura que "los enemigos del referéndum tienen muchas herramientas y no dudan en usarlas". Joan Tardà, el diputado en el Congreso y número dos de Rufián, se ha llevado las manos a la cabeza. Ellos no han sido. Puigdemont y Artur Mas avalan que Bonvehí presente el caso en la Fiscalía "a título personal", mientras que la teórica número uno del PDeCAT, Marta Pascal, trata de combinar el apoyo a su subordinado y los reproches a ERC con la salvaguarda de Junts pel Sí y el gobierno regional. Para Pascal, el espionaje es un "hecho grave" que muestra "los límites que algunos están dispuestos a superar", en alusión a ERC.

La judicialización del asunto ha provocado las críticas de un sector del PDeCAT por el hecho de que Bonvehí se ampare en la misma Fiscalía que instó la inhabilitación de Artur Mas y Francesc Homs. Se da por descontado que Puigdemont y Junqueras ejecutarán alguna muestra de unidad en torno al objetivo del "referéndum o referéndum". Sin embargo, todos los indicios apuntan a que la "monitorización" de la Fiscalía, la sombra de las inhabilitaciones y el sesgo favorable a ERC en todas las encuestas engordan la posibilidad de que no se lleve a cabo el referéndum y la tensión se resuelva con unas autonómicas anticipadas. Ese escenario se impone a la consulta y guía la actuación de los partidos separatistas.

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