La confluencia de intereses estratégicos de Javier Arenas y Juanma Moreno en el PP de Andalucía ha permitido que este último tenga las manos más libres para forjar un PP andaluz a su medida tras la renuncia forzosa de los presidentes de Córdoba, José Antonio Nieto, y el de Jaén, José Enrique Fernández de Moya. A ambos se le ha aplicado el Estatuto recién aprobado en el último congreso nacional a pesar de que el jiennense había asegurado que tenía el apoyo de Génova que haría una excepción en su caso.
Los nuevos Estatutos del PP nacional implican que los presidentes provinciales del PP no pueden, simultáneamente, desempeñar cargos institucionales de nivel nacional, que es el caso porque Nieto es secretario de Estado del Ministerio del Interior y que Fernández de Moya es secretario de Estado de Hacienda.
En el caso de Antonio Sanz, secretario general con Javier Arenas durante muchos años y clave de su presencia en Cádiz, se ha tenido en cuenta que, si bien ocupa un alto cargo a nivel nacional como el de Delegado del Gobierno en Andalucía, la responsabilidad no le obliga a ausentarse de la provincia. Por ello, se presentará a la reelección.
En realidad, Sanz trabaja en Sevilla y se desplaza continuamente a otras provincias por lo que su presencia en Cádiz suele ser telefónica, como en el caso de los otros dos. Si se tiene en cuenta que el AVE de Córdoba a Madrid tarda menos de dos horas y que de Jaén a Madrid se tardan más o menos tres horas mientras que ir de Sevilla a Almería en coche suponen cuatro o más horas e ir en tren más de seis, se comprende la sorpresa ante la interpretación de la necesaria "dedicación" aducida para forzar la retirada de los presidentes de Jaén y Córdoba y mantener el puesto al presidente del PP de Cádiz.
Naturalmente, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, ha interpretado como un triunfo político lo ocurrido. Lo ha sido porque ha sido partidario de la no concentración de cargos en manos de las mismas personas, batalla concreta que impulsó en el pasado congreso nacional contra María Dolores Cospedal. Y lo es asimismo porque elimina de la presidencia de Córdoba a un amigo de Juan Ignacio Zoido, su contrincante político principal grato a Cospedal.
Sorprendentemente, el entorno de Juanma Moreno ha querido desvincular a su líder de la operación de derribo. Su vicesecretaria general de Electoral del PP-A, Patricia Navarro, dijo este lunes que, para adoptar esta decisión, la dirección regional no ha sido consultada porque no es competente para tomarla.
La reacción de Fernández de Moya, según ABC también cercano a Cospedal, que fue el que destapó la caja de los truenos al afirmar que no dejaría de ser presidente, puede levantar ampollas en el PP de Jaén, cuya capital controla totalmente, así como otros resortes. El todavía presidente del PP de Jaén ha recalcado que no ha renunciado, sino que se le ha aplicado el Estatuto. Cuenta el grupo Joly que Loles López, secretaria general del PP andaluz, dio por "renunciado" a Fernández de Moya, algo que desmintió el interesado un rato después.
Igualmente descontento está el presidente del PP de Córdoba, cuyos próximos ya han manifestado su disgusto por la aplicación "arbitraria" de los Estatutos. El PP de Córdoba, que mostró su apoyo total a Juanma Moreno en el Congreso, se siente ahora traicionado por él.
La cuestión está ya en saber si la decisión va a pacificar ambas provincias o si el incendio va a ser general. En Jaén, la campaña interna de descalificaciones está siendo especialmente dura y áspera. El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, impugnará en los tribunales que el PP de Jaén no cumpla con el principio de un militante, un voto en el congreso provincial que se celebrará el próximo 21 de mayo. Miguel Ángel García Anguita, ahora secretario general del PP de Jaén, se presentará al cargo, pero muy dolido con Fernández de Moya, que no ha contado con él. Hay un tercer candidato, el alcalde de Santisteban del Puerto.
Lo inesperado de la crisis en Córdoba se evidencia en que no había otra candidatura preparada que la de José Antonio Nieto y en que no hay, a día de hoy, candidatura "morenista". No obstante, comienza a hablarse del alcalde de Cañete de las Torres y de la diputada andaluza Rosario Alarcón.
Ahora, queda resolver la crisis de Sevilla, controlada todavía por los partidarios de Juan Ignacio Zoido y donde ha habido ya cruentas batallas. Recuérdese que el actual presidente Juan Bueno forzó la salida de Virginia Pérez de sus funciones de secretaria general del PP sevillano. El caso fue grave porque Pérez era la número 3 del organigrama regional de Juanma Moreno y mujer adscrita a la corriente arenista, de importante presencia en la provincia.
Ahora, Virginia Pérez optará a la presidencia del PP sevillano en el próximo congreso de 1 de mayo, se supone que con el apoyo de Juanma Moreno y de Javier Arenas. Hay quien sostiene que el candidato final será José Luis Sanz, alcalde de Tomares y amigo de Juan Ignacio Zoido de quien fue secretario general del PP andaluz, fruto del consenso que Juanma Moreno acepta como mal necesario ante su imposibilidad de dominar la provincia.
En Granada, hay una guerra civil interna que no parece resoluble más que por el exterminio de un sector sobre el otro. Tras el cuadro aparente, se enfrentan los partidarios del exalcalde de Granada, José Torres Hurtado, imputado judicialmente en el caso Nazarí, y los del actual presidente del PP de Granada, Sebastián Pérez, al que Torres acusa de traición. Se espera la aparición inminente de terceras vías, pero aún no se han concretado.
En Huelva, el candidato será el hombre de Fátima Báñez en la provincia y actual presidente del PP en la provincia, Manuel Andrés González.
En Almería, hay un riesgo cierto en que siga de presidente, Gabriel Amat, arenista de siempre, puesto que la Fiscalía de Delitos Económicos ha pedido a un juez investigar 25 empresas vinculadas a él mismo y su familia. Ciertamente, hasta el momento, Amat, al que la oposición socialista y comunista hostiga desde hace años, ha salido siempre triunfante de todas las acusaciones y denuncias formuladas contra él.
Visto el panorama en su dimensión regional, Juanma Moreno ha conseguido un triunfo en el día de ayer, pero está muy lejos de haber logrado el control absoluto del PP en las provincias y tiene el peligro de que la solución forzada instrumentada en Córdoba y Jaén se vuelva en su contra.