En situaciones como la crisis política abierta en Murcia, el uso de los términos no es baladí. El líder regional de Ciudadanos, Miguel Sánchez, en una comparecencia de urgencia este lunes después de que el juez Eloy Velasco haya solicitado una nueva imputación del presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez, y en medio de especulaciones cada vez más intensas sobre el futuro del barón popular, ha elegido el verbo empujar para definir su actitud, a dos días de que se debata en la Asamblea de Murcia la moción de censura presentada por el PSOE.
"Estamos empujando al presidente para que se marche, estamos empujando al presidente para que se vaya, estamos empujando al presidente para que se aparte, y estamos intentando convencer al Partido Popular de que tiene que poner un candidato limpio, un candidato que no tenga problemas con la Justicia, de lo contrario, nosotros apoyaremos la moción de censura, y le pedimos al señor Tovar [Rafael González, líder del PSOE murciano] que no se entregue en manos de Podemos" así ha resumido Sánchez la postura del partido naranja, reiterada minutos antes por Inés Arrimadas, antes de que se conocieran las últimas novedades judiciales.
La portavoz nacional del partido naranja decía esperar que la solución a la crisis no sea que un socialista se "atornille" a la presidencia después de que pretenda hacerlo un miembro del PP. La última oferta de los de Albert Rivera, formulada la semana pasada, pasa por apoyar la moción que se vota este jueves para que el PSOE constituya un Gobierno regional "con independientes" para convocar elecciones después del verano.
Un hipotético Ejecutivo cuya hoja de ruta ha descrito así Sánchez: "Que se abran los cajones, que se haga una auditoria, que no esté Podemos y que en esos seis meses se desarrollen los Presupuestos, con las enmiendas que aprobó Ciudadanos".