El vicedecano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) Manuel Valero ha redactado una carta abierta en la que expresa su desazón y desconcierto por la situación que atraviesa la máxima institución de la abogacía madrileña. En esta misiva, que ha incendiado los ánimos en el seno de esta institución colegial, Valero relata los malos modos que, a su juicio, se emplean en el seno de la Junta de Gobierno del ICAM, comandada por la decana Sonia Gúmpert, en asuntos tan relevantes como las funciones del tesorero de la institución.
Esta carta evidencia el malestar que se vive en el seno del ICAM. Es más, Valero ya se quejó al poco de tomar posesión como vicedecano de la intención de Sonia Gúmpert de querer incumplir sus promesas electorales para privatizar el seguro médico, tal y como publicó LD.
En concreto, Valero se queja de que la decana Gúmpert haya desposeído al tesorero de la institución de sus funciones "en contra de lo que dicen los artículos 26.3, 47.1 de los Estatutos del ICAM y el artículo 64 del EGAE (Estatuto General de la Abogacía Española)" y de hacerlo "por vía de hecho, que no de derecho, es decir, por acuerdo de la Junta". Esto ha provocado que "ya sea la aprobación de una subvención de 100 euros a una asociación, o bien la de un gasto o inversión de 3 millones de euros, se aprueba en la Junta de Gobierno, en la que el tesorero vota como otro diputado más".
Valero dice que se ha desposeído de todas las obligaciones inherentes al cargo de tesorero menos la de "firmar los libramientos de pago, que tampoco ejerce de forma exclusiva, sino que lo hace con otros 3 diputados, por un acuerdo de la Junta de Gobierno".
Además de quejarse de de que le hayan puenteado las funciones que asume de tesorero, también se muestra muy molesto porque se haya hecho prácticamente lo mismo en sus funciones como vicedecano.
Entre otras cosas, según denuncia, le han quitado las responsabilidades sobre "el departamento de deontología profesional", y también de facto las de representación de la institución en ausencia de Gúmpert. Según la carta de Valero, la decana "nunca encarga al vicedecano que represente al ICAM en las reuniones o actos institucionales". Además, "la señora decana, cuando tiene que ausentarse del ICAM por motivos de viaje, lo pone en conocimiento del vicedecano para que temporalmente la sustituya en sus funciones".
En definitiva, una larga lista de quejas sobre la decana del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, justo en el tramo final de la legislatura colegial. Fuentes del entorno del colegio aseguran a LD que este escrito ha sentado especialmente mal a la decana Gúmpert y su entorno más cercano en la misma Junta de Gobierno.