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El "juramento de sangre" de Susana

Susana llega por fin a Madrid como jefa de un ejército algo maltrecho para salvar el PSOE de las garras de Pedro Sánchez.

Susana llega por fin a Madrid como jefa de un ejército algo maltrecho para salvar el PSOE de las garras de Pedro Sánchez.
Susana Díaz. | EFE

"Díaz se apoya en la vieja guardia del PSOE para vencer a Sánchez", dice El Mundo ante la presencia de todos los dinosaurios socialistas ayer en Ifema. Dice Jiménez Losantos que "Han hecho falta tres años de dudas, tres derrotas indudables y el retorno del Jedi convertido en jmer rojo podemita para que el Partido en pleno y la Partida en plena se congregaran en el andén de Santa Justa para llevar en procesión hasta Ifema y entronizar a Santa Susana de las Urnas". Supongo que le devolverán el billete del AVE, con tanto retraso. Cuartango no tiene claro que el apoyo de González, Rubalcaba, Zapatero, Guerra y demás viejas glorias le venga bien. "Puede convertirse en su mayor debilidad", dado el cabreo de las bases tras la abstención. Pero esto es lo que hay. El caso es que, según Lucía Méndez, Susana llegó como "la mujer con superpoderes para arrancar al PSOE de las garras de un aventurero que lo secuestró durante dos años y que ahora pretende volver a secuestrarlo". Allí estaban todos los ancianitos socialistas "haciendo de tripas corazón porque creen que el partido centenario corre peligro de caer en manos de un desaprensivo que quiere vender el ajuar familiar a un tío con coleta que se llama Pablo Iglesias". Como hizo Alberto Garzón con Izquierda Unida, vamos. Pero aquí está Susana, dispuesta a encabezar el ejército de salvación. "Nunca entregaré el PSOE a otro, proclamó Susana Díaz a modo de juramento de sangre". ¡Comienza la batalla final! Y sólo puede quedar uno vivo.

El País proclama que "Díaz quiere liderar el PSOE para ganar al PP y volver a gobernar". De momento que se dé por contenta si gana a Pedro Sánchez. Rubén Amón dice que Susana se ha convertido en "timonel de la emergencia del PSOE y en antídoto absoluto a la rebelión que Pedro Espartaco Sánchez libra en la guerra de guerrillas". "La imagen de fuerza requería una dramaturgia triunfalista. Había más autocares que en un partido del Madrid. Y fue necesario habilitar un pabellón aledaño para contener la afluencia de militantes". A Pedro ni se le nombró, "como si fuera un tabú". "Como si el duelo en las primarias con Pedro Sánchez midiera la resurrección o la muerte del Partido Socialista Obrero Español", piña para hacer frente al renegado que intenta asaltar las murallas del partido.

ABC brinda "por el PSOE y por España". Dice el editorial que la escenografía estaba "destinada a amedrentar a Pedro Sánchez". Pues el chico ya ha demostrado que no se arruga fácilmente. "Fue una llamada a la desesperada" para que Pedro no convierta al PSOE "en un sucedáneo de Podemos". En opinión de Bieito Rubido, la andaluza "tiene una capacidad innata de llegar al votante y a la militancia", mientras que Sánchez "vive recluido en su tragedia personal y en la venganza de la sublevación que sufrió". La misma que él aplicó a Tomás Gómez, por cierto, no se entiende por qué está tan ofendido. "Díaz representa a un socialismo mucho más constructivo que Sánchez, y la militancia no debería equivocarse. Es la supervivencia del PSOE la que está en juego". Que para Podemos ya tenemos bastante con uno.

La Razón dice que "Díaz se erige como líder del PSOE de siempre". Marhuenda es susanista total. "Susana Díaz no solo parte de la experiencia de gobernar en momentos de dificultad, sino de haberse mantenido dentro de la ortodoxia del centro izquierda, sin caer en aventurismos populistas. Pero, en cualquier caso, el proceso de las primarias socialistas, con una campaña excesivamente larga, corre el riesgo de aumentar la fractura interna del PSOE, hasta hacerla insalvable (…) De cómo se lleve a cabo la campaña por parte de los candidatos, evitando en lo posible sobrepasar los términos de una pugna en los que no faltarán momentos de tensión, va a depender en buena parte que el principal partido de la izquierda española salga el proceso interno de una sola pieza". Tú por si acaso no alabes mucho a Susana, Marhuenda, bastante tiene con González y demás vejestorios. Martín Beaumont está entusiasmado con la batalla. "Vamos todos a una", "la operación salvamento del PSOE ha tenido ya su puesta en escena". Pero "a 350 kilómetros" de allí, cuenta Toni Bolaño, "Pedro Sánchez volvía a darse un baño de multitudes en el que militantes que votan, y simpatizantes, que no votan, daban colorido a un candidato que se erige en líder de las bases y habla de un proyecto situado más allá del partido que no descarta la ruptura si Sánchez pierde las primarias". El caballo de Troya de Iglesias en el PSOE, la Tania Sánchez de no nos vamos a ir a Podemos, punto.

En La Vanguardia, dice Enric Juliana que el PSOE "tiene miedo". Pero no un poquito, no, está aterrorizado porque tiene "miedo a morir", y eso son palabras mayores. El mensaje de ayer fue que "Pedro Sánchez no pertenece a la familia. Pedro Sánchez no es PSOE cien por cien", tiene un 90% podemita y últimamente se le ha visto demasiado. "Es un cuerpo extraño. Un aventurero. Un populista", y "tiene consigo el enfado de la militancia, que es descomunal". Pero el peligro real es que "Sánchez es un hombre humillado que no tiene nada que perder. Absolutamente nada (…) El fantasma de la escisión merodea al PSOE". ¿Un Podemos chiquito? Éramos pocos y parió la abuela.

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