Ayer tuvo lugar en el Parlamento andaluz una sesión que confirma que PSOE y Ciudadanos están de acuerdo en que la sociedad civil y sus organizaciones, así como ciudadanos particulares y/o funcionarios, no tengan presencia alguna en la Cámara. Ambos partidos vetaron la comparecencia del jefe de servicio de la Junta, Luis Escribano, destituido por negarse a cumplir las instrucciones recibidas del director general Juan Manuel Fernández Ortega, que le ordenaba favorecer a municipios gobernados por el PSOE en la provincia de Granada.
Libertad Digital ya informó de aquel hecho ocurrido el pasado 11 de noviembre cuando el ex senador y ex alcalde socialista, comunicó el cese a Escribano, reconocido funcionario de adscripción liberal que tiene una larga trayectoria de denuncias en los tribunales y en redes sociales sobre casos de corrupción y todo tipo de arbitrariedades en la administración andaluza en la que trabaja desde hace 26 años.
A propuesta del PP, la Comisión de Presidencia y Administración Local del Parlamento andaluz debía debatir si Luis Escribano podía comparecer en la misma para explicar los motivos que condujeron a su cese. Sin embargo, cuando se esperaba que Ciudadanos votara a favor de la propuesta, lo hizo en contra, a pesar de que había mantenido contactos con el funcionario y le había prometido reunirse con él antes de la Comisión, algo que no hizo.
Como recordó el PP, la comparecencia de un funcionario es una posibilidad que contempla el Reglamento de la Cámara andaluza en su artículo 153, que no hace acepción de comparecientes, por lo que ha considerado incomprensible la actitud de PSOE y de Ciudadanos, el partido que se dice liberal.
Según ha podido comprobar Libertad Digital, la diputada Marta Escrivá, de Ciudadanos, contactó personalmente el 2 de marzo con Luis Escribano, quien, previamente, había pedido el criterio de su grupo ante su comparecencia. Aunque Escrivá dijo estar dispuesta a reunirse con él y trasladarle el caso a Juan Marín, jamás se produjo tal encuentro ni Juan Marín respondió a su diputada.
Curiosamente, Luis Escribano fue uno de los componentes de una reunión celebrada al principio de esta legislatura entre Ciudadanos y un grupo de funcionarios y periodistas, a requerimiento del partido naranja, en la que se analizó durante horas la situación andaluza y se aportaron datos y evidencias sobre la manera de gobernar que tiene el PSOE en Andalucía. A aquella reunión asistieron tres diputados de Ciudadanos, Irene Rivera, Marta y Carlos Hernández White.
Según Ciudadanos, partido que asumió el liberalismo en su pasado cónclave nacional, sigue el criterio de no admitir comparecencias de particulares, sino que sólo admite las de los altos cargos de la Junta. El Mundo recoge que según C's las comisiones parlamentarias ""no son el foro adecuado para que se diriman cuestiones personales, sino para fiscalizar al gobierno".
A pesar de que no quiso reunirse con el destituido Escribano antes de la comparecencia que ha impedido, Ciudadanos dice ahora que "siempre estaremos encantados de escuchar y reunirnos" con este funcionario o con "cualquier otro particular o colectivo" para atender su problemática.
El PSOE ha negado que la destitución de Escribano se deba a represalia alguna porque era cargo de "libre designación", cargo que, por cierto y debido al prestigio del funcionario, fue respetado incluso por Izquierda Unida cuando estuvo en el gobierno de la Junta junto con el PSOE en la legislatura anterior.
Ciudadanos olvida que se opuso a la comparecencia de los Interventores de la Junta en la Comisión de Empleo, con motivo del caso del fraude en los cursos de formación, que no parecían ser testimonios "personales".
También impidió la comparecencia de la delegada provincial de Educación de Sevilla cuando se supo que había puestos educativos concedidos "a dedo". Asimismo, intentó oponerse a la comparecencia de la Asociación Vida Independiente por incumplimientos de la Junta en la Ley de Dependencia, pero en esta ocasión el voto favorable de la diputada expedientada por Marín, María del Carmen Prieto, lo permitió siendo advertida de la falta cometida y comenzando así el camino de su lejanía de la dirección del partido en Andalucía.
María del Carmen Prieto, que el pasado miércoles recibió la noticia del expediente abierto por su partido en Andalucía y que dirimirá la Comisión de Régimen Disciplinario, ha recordado cómo aquella "rebeldía" (votar a favor de la comparecencia de una asociación crítica con la Junta en el Parlamento) fue castigada y se le recordó que Ciudadanos sólo admite la comparecencia de Consejeros.
Prieto dijo ayer que los que mandan en su partido en Andalucía quieren que el Parlamento no escuche a la sociedad y que sólo se escuche a sí mismo.
La diputada expedientada ha convocado este domingo una rueda de prensa en Málaga para dar a conocer lo que se supone será una importante decisión que afectará a su futuro en el partido de Albert Rivera.