Presiones en la renovación del TC: González Rivas, presidente aupado por el PP
Encarnación Roca, la magistrada más antigua de este órgano, sucede a Adela Asúa como vicepresidenta.
Juan José González Rivas es el nuevo presidente de Tribunal Constitucional. De acuerdo con los pronósticos, los doce magistrados que componen el Pleno de este órgano han otorgado de forma mayoritaria su confianza al abulense de 65 años. La elección secreta ha concluido con ocho votos a favor y cuatro abstenciones. Se trata de un jurista de perfil conservador, aupado en 2012 por la mayoría del Partido Popular en el Congreso de los Diputados. Con idéntico resultado accede a la vicepresidencia la magistrada más antigua, Encarnación Roca, promocionada en su día por el Partido Socialista Catalán con el visto bueno de la coalición entre Convergencia y Unión.
Esta reorganización del Tribunal Constitucional deriva de la renovación del tercio de sus componentes elegido por el Senado. Dicho proceso arrancó la semana pasada con la salida oficial de los hasta entonces presidente y vicepresidenta, Francisco Pérez de los Cobos –que llamó al entendimiento político del Gobierno central con Cataluña en su último discurso– y Adela Asúa, respectivamente. En la misma ceremonia se oficializaron también los relevos de dos magistrados que fallecieron durante la legislatura: Luis Ignacio Ortega y Francisco Hernando.
De esta nueva composición resulta intacta en líneas generales la mayoría del bloque de magistrados considerado conservador, compuesto por siete nombres: Juan José González Rivas, Andrés Ollero Tassara, Santiago Martínez Vares García, Pedro José González-Trevijano Sánchez, Antonio Narváez Rodríguez, Alfredo Montoya Melgar y Ricardo Enríquez Sancho. Son cinco los miembros de corte más progresista: Encarnación Roca Trías, Fernando Valdés Dal-Re, Juan Antonio Xiol Ríos, Cándido Conde-Pumpido Tourón y María Luisa Balaguer Callejón.
Perfil de González Rivas
González Rivas ha experimentado un constante ascenso desde sus inicios en la carrera judicial. Nacido en Ávila el 10 de mayo de 1951, figuran 28 Matrículas de Honor y 15 sobresalientes en su expediente de Bachillerato. Completó la Licenciatura en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid con otras 14 Matrículas y 7 sobresalientes. Más allá de la brillantez de su trayectoria educativa, pronto ingresó y escaló en la judicatura. Fue nombrado en 1987 presidente de la Sala Cuarta de lo Contencioso-Administrativo de la extinta Audiencia Territorial de Madrid y en 1997 magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo que también presidió.
Según fuentes del Tribunal Supremo consultadas, González Rivas se caracteriza por su profundo conocimiento del Derecho y su capacidad para memorizar las leyes y la jurisprudencia. El nuevo presidente del Tribunal Constitucional aterriza con un repertorio de sentencias que ponen de manifiesto su perfil conservador. Este magistrado de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, católico confeso, contó en 2012 con el aval de la Conferencia Episcopal y el cardenal Antonio María Rouco Varela para acceder al órgano intérprete de la Carta Magna.
De su trayectoria judicial destacan varios pronunciamientos. En primer lugar, su voto particular en contra de la sentencia que avaló el matrimonio homosexual. Por otro lado, fue ponente de un fallo que denegó a una magistrada de Cantabria una licencia de 15 días de vacaciones tras inscribirse en el registro de parejas de hecho al considerar que no hay previsiones legales que contemplen esta posibilidad y que el matrimonio y este tipo de uniones no son situaciones equivalentes. También se opuso a la asignatura de Educación para la Ciudadanía creada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En un voto particular como parte de la Junta Electoral Central sostuvo que en las pasadas elecciones en Asturias no debieron computarse los votos de los residentes ausentes –que daban un escaño al PSOE– ante las irregularidades encontradas y que la mezcla de las papeletas del exterior podía alterar el resultado final de la elección.
Desde la Junta Electoral Central también resolvió de acuerdo con sus compañeros a favor de la prohibición de las "concentraciones y reuniones" que el Movimiento 15M convocó para la jornada de reflexión y la de votaciones de las elecciones autonómicas y municipales. Aunque nunca se ha pronunciado directamente sobre el desafío separatista catalán, todo apunta a que mantendrá una línea continuista en relación a su antecesor Pérez de los Cobos –que será propuesto por el Gobierno como representante español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos–. El Tribunal Constitucional ha apostado hasta ahora por "salvaguardar la legalidad" suspendiendo las resoluciones para la ruptura con España emanadas del Parlamento regional y sus intentos de atribuirse el poder constituyente. Siempre con la consideración del Pleno de que los problemas de esta índole se han de resolver mediante el diálogo y la cooperación de los políticos.
Perfil de Encarnación Roca
Los propios magistrados del Tribunal Constitcional han desechado finalmente la opción de que accediera a la presidencia uno de los miembros más antiguos. Son los progresistas Fernando Valdés y Encarnación Roca. Esta última ha pasado este miércoles de presidenta en funciones a vicepresidenta de hecho. Nacida en Barcelona en abril de 1944, recibió la Cruz de San Jorge de la Generalidad de Cataluña de manos del expresidente Jordi Pujol. Pese a lo que se pudiera pensar, se ha posicionado en los conflictos rupturistas en línea con el resto de sus compañeros.
Roca fue la primera catedrática de Derecho Civil en España, la cuarta mujer que accedió al Tribunal Supremo y también la primera que llegó a la Sala de lo Civil, cuando fue elegida en 2005 por el turno de juristas de reconocido prestigio para la plaza que ocupa en la actualidad. Está considerada una experta en Derecho de Familia, rama donde sus sentencias son referente en la materia. Sentó jurisprudencia, por ejemplo, al admitir el derecho de una mujer que nunca trabajó fuera de casa a cobrar una pensión compensatoria por divorcio por haber contribuido con sus tareas domésticas a las cargas familiares mientras duró su matrimonio en régimen de separación de bienes.
Veto a Ollero y presiones
Esta elección de presidente del Tribunal Constitucional ha transcurrido con la marca del pulso político. Ciudadanos vislumbró "pagos políticos" del PP al PSOE en la renovación, admitiendo que "siempre huele mal" y Podemos se desmarcó para no participar de las negociaciones. El Gobierno de Mariano Rajoy había barajado al principio a Andrés Ollero, magistrado conservador y miembro numerario del Opus Dei. Sin embargo, el hecho de que Ollero haya sido durante dieciséis años diputado del Partido Popular en el Congreso provocó el veto de los socialistas, que impusieron la prohibición como requisito para firmar la entrada de los nuevos magistrados.
Fuentes del Tribunal Constitucional denunciaron esta última semana presiones por parte de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para evitar que Ollero alcanzara la presidencia y tender la mano al PSOE. De acuerdo con una información de El Español, Alfredo Pérez Rubalcaba comunicó a La Moncloa que los socialistas bloquearían este miércoles la elección de los nuevos magistrados si no se les garantizaba que Andrés Ollero no va a ser el presidente. Las llamadas de Santamaría no habrían agradado al magistrado conservador que finalmente no ha logrado el cargo al que aspiraba en esta votación.
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