El próximo día 26 de marzo en Madrid, como en su día el cardenal Cisneros, Susana Díaz mostrará cuáles son sus poderes. Dado que las apariencias siguen siendo importantes en toda batalla electoral, la líder andaluza, además de exhibir su control del aparato por la banda superior -barones y dirigentes territoriales-, está preparando un impresionante arsenal de afectos y efectos en otros niveles de la organización.
Ya se ha demostrado que Susana Díaz controla tres cuartas partes del aparato socialista en España. Cuenta con 7 de los 19 secretarios generales autonómicos: Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias, Aragón, Canarias y, además, Ceuta y Melilla. El Mundo aportó que ya controla 27 secretarios de 39, el 70%, mientras que Pedro Sánchez sólo cuenta con cuatro y Patxi López a los tres secretarios vascos. Los pocos restantes, dudan.
Además, Susana Díaz cuenta ya con el apoyo, discreto a veces y ruidoso en otros, de los importantes santones del PSOE histórico, desde Felipe González a José Luis Rodríguez Zapatero, pasando por Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono, José Blanco y el propio Alfonso Guerra, mucho más en la sombra.
Pero Susana Díaz quiere dar una impresión contundente porque, una vez que ha visto frustrada su operación "proclamación" sin primarias, que era lo que pudo haber obtenido en 2014 y no quiso, ahora trata de que su victoria sea tan apabullante que no haya resquicios para la oposición a la reconstitución que prepara para el PSOE ni grietas ni fisuras de relieve en el futuro.
Se trata, sobre todo, de lograr al apoyo de alcaldes, agrupaciones locales y jóvenes socialistas. Sobre los primeros, cuenta con el apoyo indudable de Abel Caballero, alcalde de Vigo y, no se olvide, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, que ya le cocinó un acto con munícipes en Madrid el pasado 11 de febrero. Naturalmente, es de suponer que el análisis de Caballero sobre la situación de los municipios gobernados por el PSOE será decisivo.
Ahora, el objetivo es conquistar el apoyo de la mayoría de los más de 3.000 alcaldes que el PSOE tiene en toda España. No es un tema menor porque, generalmente, los alcaldes de los pueblos y ciudades son, a la vez, las máximas autoridades del PSOE en las localidades. Contar con el apoyo de la mayoría de los secretarios generales locales, es decisivo para contar con un apoyo muy poderoso de las bases.
Según fuentes socialistas, además del apoyo de Caballero y otros importantes alcaldes socialistas de capitales andaluzas y de otras regiones españolas, Susana Díaz ha ordenado proceder a las llamadas personales a los miles de alcaldes de pueblos y localidades de tamaño medio a los que es más difícil llegar directamente.
Susana Díaz, además, se está dedicando a los jóvenes socialistas tal vez para no dar la impresión de contar sólo con la cúspide del aparato bajo la forma de barones socialistas. Una de las claves fundamentales son las Juventudes Socialistas. De momento, el secretario general de las JJSS, Nino Torre, ya la apoya abiertamente y que igualmente es apoyada indudablemente en la mayor organización de jóvenes del PSOE, que es JJSS de Andalucía.
Desde este trampolín de altura, ha lanzado una campaña para conseguir voluntarios en las redes sociales con el hashtag #Yasomos2000. En este sitio de Twitter pueden encontrarse desde mensajes de la "joven" Verónica Pérez (La juventud siempre ha sido el motor de los grandes cambios de este país y lo será una vez más #YaSomos2000 con @susanadiaz#YoVoyConSusana) a información sobre el número de voluntarios implicados ya en la defensa de la candidatura de Susana: "El grupo de jóvenes de apoyo a @susanadiaz alcanza los 2.300 voluntarios en una semana #YaSomos2000 #100por100PSOE". Ese número es aproximadamente el 25 por ciento de todos los jóvenes organizados en el PSOE a nivel nacional.
La movilización decretada por Susana Díaz está empezando a ser algo sin precedentes en unas primarias socialistas. Por ejemplo, en un bar sevillano se reunieron los responsables de las Juventudes socialistas para dar a conocer que los voluntarios de Susana, cuya cota inicial se puso en 2.000, ya son 2.300.
Pero, además, cuenta ABC, que en el acto se perfiló su papel en la batalla: activar las redes sociales en favor de Díaz sin atacar a los compañeros, especialmente a Pedro Sánchez, puesto que a Patxi López, se le ignora directamente. Pero en el acto, además del secretario general nacional, Nino Torre, estaban el secretario general de Juventudes en Andalucía, Juan Carlos Durán; el de Sevilla, Agustín Cañete; la edil sevillana Miriam Díaz; la coordinadora del IAM Cristina Galán y el delegado de Cultura y Turismo, José Manuel Girela.
Curiosamente el mensaje que más ha calado entre los jóvenes socialistas según se desprende de la lectura de los sucesivos mensajes, no es ser más o menos rojos, azules o morados, como pregona Pedro Sánchez, sino ser o no ser el partido de la izquierda, no un partido más en ella, y un partido de gobierno en España, que es el mensaje básico de Susana Díaz.
Dudas sobre las primarias
El paso dado por el presidente de la Gestora, el asturiano Javier Fernández, de organizar directamente el apoyo de su territorio a Susana Díaz, ha levantado ampollas cuando las primarias ni siquiera están oficialmente convocadas. Se ha interpretado su actitud como un acto de parcialidad y de pérdida de la neutralidad exigible.
A ello hay que unir las dudas sobre la financiación de las respectivas campañas de Díaz, Sánchez y López, pero especialmente, la de Pedro Sánchez, que la propia gestora ha dejado traslucir.
Y desde luego está la cuestión del censo de los aproximadamente 190.000 afiliados y militantes, sobre la que hay diferencias, y el asunto del voto telemático, que interesa especialmente a Pedro Sánchez y su apoyo andaluz, el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, especialista en la materia.
Desde posiciones próximas a Pedro Sánchez, ya se extiende la idea de que el propio Fernández y Mario Jiménez, el pretoriano de Susana Díaz en la Gestora nacional, deberían dimitir una vez convocadas las primarias para no sembrar dudas sobre la transparencia del proceso. Pero aún no se han atrevido a exigirlo públicamente.