A través del diario El País, que lo lleva a su portada, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras hacen un nuevo llamamiento a Rajoy para pactar un referéndum separatista en Cataluña, obviando las reiteradas ilegalidades cometidas por su Ejecutivo. Hablan de sí mismos como los partidarios de la democracia y del "diálogo" y sitúan al presidente y su Gobierno en el lado del "rechazo frontal" y del "inmovilismo", lamentando las "querellas, judicialización de la política, guerra sucia" y "amenazas de uso de medidas excepcionales". Al mismo tiempo, avisan de que haya pacto o no, ellos pondrán las urnas: "No vamos a renunciar a ejercer ese derecho. Vamos a hacer lo indecible para que los ciudadanos de Cataluña puedan votar en 2017, en un referéndum de autodeterminación".
El artículo arranca con un símil muy del gusto del separatismo catalán: Junqueras y Puigdemont comparan la actitud del Gobierno central con la del británico y hablan del referéndum escocés, en el que el "no" se impuso. Los políticos catalanes insisten en que hay que seguir la 'vía escocesa': "Entre Reino Unido y Escocia hubo acuerdo porque hubo voluntad política de convocar y permitir un referéndum. No se dejó en manos de tribunales lo que se pudo resolver políticamente".
Critican al Gobierno central por su, dicen, "pulsión populista y simplona de resolver la diferencia mediante la prohibición, los muros y la discriminación", y alegan que, en cambio, el Gobierno catalán siempre ha estado dispuesto a dialogar porque su prioridad es lograr un acuerdo.
"El escenario del referéndum acordado es el que desearíamos en Cataluña. Queremos recordar que lo hemos propuesto ya en diversas ocasiones. Hoy, pese a los malos augurios y el rechazo frontal del Gobierno español, volvemos a insistir en ello", exponen.
Puigdemont y Junqueras contraponen la leve condena de Mas con lo vivido en Escocia: "En España no puede ni tan solo formar parte de una mesa de diálogo entre los Gobiernos español y catalán". El reproche constante es la "ausencia de voluntad de diálogo" por parte de Rajoy. Ellos, por su parte, seguirán "intentándolo". No precisan hasta cuándo.
"Nosotros ya estamos sentados en la mesa de diálogo. ¿Van a tardar mucho más los demás invitados?", preguntan, y avisan de que cuando sea demasiado tarde no será su responsabilidad, sino que será por el inmovilismo del Estado.
Estupor en el Gobierno
Es llamativo que en el artículo señalen que el Gobierno de Rajoy ha abandonado a todos los catalanes, también "a los que no quieren la independencia". Ellos se erigen como sus defensores y afirman que "para esos catalanes y también para todos los demás, el Gobierno de la Generalitat va a poner las urnas". "Que decidan. Es su derecho y lo van a ejercer", avisan.
El Gobierno ha reaccionado con estupor al artículo firmado por Puigdemont y Junqueras. Sobre la vía escocesa, fuentes del Ejecutivo recuerdan que en España ni el Gobierno ni el Parlamento pueden negociar algo que corresponde al conjunto de los españoles. Sobre la supuesta falta de diálogo del Ejecutivo, señalan que son los líderes separatistas "quienes han hecho de la falta de diálogo y de la imposición la tónica general de su gestión". Además, lamenta que los independentistas insistan en pedir un referéndum que no se puede negociar.
Las mismas fuentes insisten en el mensaje habitual de Rajoy: disposición al diálogo, pero dentro de la ley: "Ni el Gobierno ni el Parlamento pueden negociar sobre lo que no les pertenece. La soberanía nacional corresponde al conjunto de los españoles. Esa -puntualizan en Moncloa- es la principal diferencia con el caso escocés que ponen de ejemplo".
El Gobierno sale también al paso de la acusación de Puigdemont y Junqueras de que el Estado ha abandonado a todos los catalanes, y frente a ello, asegura que siempre ha fijado como uno de los ejes de la legislatura atender las prioridades de los ciudadanos de Cataluña. De la misma forma, hace hincapié en que ha estado dispuesto a un diálogo constante con el conjunto de la sociedad catalana.