La cansina y tardona decisión de Susana Díaz de presentarse a las primarias socialistas tiene, por ahora, tres efectos esenciales: una grave contradicción del PP andaluz, un desdecirse clamoroso de Ciudadanos y el comienzo de una crisis interna en el PSOE andaluz, donde los partidarios de Pedro Sánchez ya han decidido que presentarán candidato a las forzosas primarias. Podemos e IU quedan al margen de estas tensiones, pero anotan cómo, poco a poco, pierden apoyos electorales.
El PP andaluz defiende una posición contradictoria con la trayectoria de su secretaria general, María Dolores Cospedal. Juanma Moreno considera que es muy claro que ser presidenta de la Junta de Andalucía y a la vez, secretaria general del PSOE a nivel nacional es incompatible. Sin embargo, aceptó disciplinadamente durante muchos años el que Cospedal fuera, simultáneamente, secretaria general del PP nacional y presidenta de Castilla la Mancha y del PP en la región.
Ciertamente, Moreno, que tal vez ha subrayado su oposición a esta compatibilidad como manera astuta de seguir atacando a su enemiga Cospedal, puede argumentar que él defiende coherentemente la incompatibilidad de Susana Díaz y por ello, le exige su retirada de la Junta de Andalucía. Pero, a nivel nacional, el PP tiene ante sí el papelón de decir una cosa en Andalucía y otra en España.
Ciudadanos, que acaba de hacerle otro macrofavor, por su calidad y por la excelencia del momento, a Susana Díaz eximiéndola de toda responsabilidad política en las conclusiones de la Comisión de Investigación el caso de la formación, se ha visto obligado a representar otro "papelón" porque, durante mucho tiempo, defendió que era posible que la "amiga" de Juan Marín fuese al tiempo presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE.
Vista la contundencia de la oposición andaluza, desde Podemos e IU al Partido Popular, Juan Marín inició este lunes la retirada de su posición habitual aconsejando ahora una retirada "ordenada" de Susana Díaz y una renegociación del acuerdo con Ciudadanos, posición defendida asimismo por Ciudadanos a nivel nacional.
Por su parte, el PSOE andaluz, columna vertebral del PSOE nacional como parece evidente, deberá afrontar una crisis interna debido a que no hay un sucesor ni sucesora definidos ni indiscutibles. Tampoco los hay de nivel político de primera.
De un lado, está el actual vicepresidente de la Junta, el chiclanero Manuel Jiménez Barrios, de escasa formación intelectual, aunque de gran experiencia política en la Junta, de la que ha sido responsable de hecho entre bambalinas. Por otro, Mario Jiménez, portavoz parlamentario del PSOE andaluz y de la Gestora Nacional, de nula formación académica, pero de cierta habilidad política en el ataque a los adversarios. El más capacitado, Máximo Díaz Cano, no es andaluz.
Queda la figura del actual secretario general del PSOE de Jaén, Paco Reyes, además presidente de la Diputación jiennense, que ya advirtió que, siendo la suya la segunda provincia en fortaleza militante del PSOE andaluz, no ve problemas en compatibilizar sus cargos con la dirección del partido en la región. Podría ser la carambola del pacto que suscribió con Susana Díaz para apoyarla en su aventura regional y nacional.
La presencia de Teresa Rodríguez en Podemos parecería aconsejar la búsqueda de un rostro femenino, pero sólo aparece, en el círculo íntimo de Susana Díaz, el de Verónica Pérez, de limitada experiencia local muy centrada en el partido en Sevilla y de escasa formación académica.
El sector "pedremos", como se empieza a conocer a los seguidores de Pedro Sánchez en Andalucía, tiene como cabeza de cartel a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, actual director general de la Agencia Pública de Puertos de la Junta de Andalucía y ya se ha anunciado que darán la batalla en las primarias para suceder a Susana Díaz al frente del PSOE andaluz. Junto a él aparecen Quico Toscano, alcalde de Dos Hermanas, y el almeriense Nono Amate, pero no parece que puedan discutir la preeminencia de Gómez de Celis.
Por su parte, Podemos, que espera la crisis del PSOE para crecer a su costa en las próximas confrontaciones electorales, comprueba con desazón que, si bien el PSOE decrece, la formación morada y la izquierda radical en genera, decrecen en voto popular. Las últimas encuestas restaban tres escaños al bloque Podemos-IU. Un panorama.