El Mundo dice que "el desafío de Mas le cuesta sólo dos años de inhabilitación", lo que "no le impedirá concurrir a las elecciones de 2019 si se agota la legislatura". Cuartango está bastante cabreado y dice que la sentencita sienta un "peligroso precedente" de tan "generosa" que es. Los jueces se han pasado por el forro "la trascendencia del desafío soberanista" y dejan claro que "saltarse la ley sale demasiado barato". Y espera que no les salga a devolver, como a otras. Carlos Cuesta opina que visto lo visto, "¿a alguien le extrañaría que los partidos secesionistas no desistan del nuevo referéndum?". Yo convocaría uno por mes hasta que saliera lo que yo quiero. Arcadi Espada dice que "la sentencia supone un nuevo éxito notable para Mas y el resto de desleales" y "demuestra hasta qué punto de eficacia llega la intimidación nacionalista". Y encima nos tenemos que tragar otra coreografía de mártires mesándose los cabellos, que es lo que peor llevo. El analista Joaquín Manso explica que es que "el tribunal 'no descarta' que Mas creyese que el 9-N era legal". Hala, vete. Entonces no es que tengamos tribunales blanditos, es que les falta un hervor.
A El País le parece una justicia muy justificada. "Mas, inhabilitado dos años por desobedecer a la justicia". "No podrá ser candidato", dice. Al editorial le parece una sentencia "ponderada". Nos trata de vender que los separatas se han llevado un susto de muerte y que "extremarán sus precauciones, tras verificar que el Estado no se resigna al cliché de tigre de papel que le atribuían". Ja, ja y ja. Y hoy toca el Cebrián paganini y se esconde el machirulo –me ha encantado tu adjetivo Irene, me lo quedo– del 155 y la Guardia Civil de la entrevista de El Mundo. "Todo dependerá al cabo de si el gobierno es capaz de lanzar alguna iniciativa de calado" y empieza el regateo. "Para disuadir a Puigdemont y reconducir los problemas políticos al terreno del que nunca debieron salir: la política". Xavier Vidal-Folch tiene preparada la primera oferta. "Ahora toca la hora del indulto, a iniciativa del Gobierno. Toca el indulto porque el borrado de penas actuaría como bálsamo pacificador de espíritus". Claro, ¿y por qué no un masaje con vicks vaporub en el pechito a Mas?
ABC cree que "el 9-N les sale más caro a los restos de Convergencia que a Artur Mas". El editorial de Bieito Rubido es como la sentencia, ni chicha ni limoná. "La decisión judicial vale más por lo que representa de cara al futuro que el efecto punitivo en Mas y sus cooperadoras", o sea ninguno. "Ya todos los dirigentes separatistas están advertidos", sólo que ellos no se han enterado. "El camino se despeja para que el Estado de derecho derrote el proceso separatista y el Gobierno se carga de razones para, llegado el caso, pedir al Senado la aplicación de medidas especiales de protección constitucional. Es decir, el artículo 155 de la Constitución". Bieito, o eres un ingenuo o vives en Babia. Hermann Tertsch dice que la sentencia no ha tenido otro efecto que hacer "rentable el victimismo", algo que bordan, porque les ha caído el mismo castigo que te pueden poner por "arrancar una planta protegida" y "menos que por dar una patada a un burro". Será porque, como dice Iñaki Ezquerra a raíz del reportaje sobre los españoles catetos, los nacionalistas son "una especie protegida y mimada por las instituciones. Son los dueños del país". Y "todos los demás somos de segunda, tercera o cuarta categoría frente a ellos. Ellos son los que tienen todas las puertas abiertas y los que te miran desafiantes, como si tú fueras un sospechoso, un advenedizo, un mierda por ser quien eres: por no ser de su secta". Pues ya ves hijo, así están las cosas.
La Razón dice muy campanuda: "Inhabilitación al soberanismo". Marhuenda admite que se trata de una "condena benévola", pero lo que importa es la "fuerte carga simbólica" que tiene. Aunque a algún facha de tantos que hay sueltos por ahí le parezcan "escasos los dos años, se trata de la demostración palpable de que en España la justicia funciona para todos". Un teatro interminable, diría yo. "El Gobierno de Mariano Rajoy está demostrando la fortaleza del Estado frente al desafío separatista", dice. ¿Y eso lo sabe Rajoy, Marhuenda? A ver si va a pensar que está siendo demasiado duro y le entra cargo de conciencia.
La Vanguardia dice que "el 9-N acaba en dos años de inhablitación para Mas". Vamos a otra, a ver cómo acaba. El editorial se descojona del fiscal. "Tomando como referencia la petición del fiscal –10 años– podría hablarse de una sentencia comedida". Pero aún así, "la opinión soberanista está irritada", y eso no puede ser de ninguna de las maneras. "La situación en Cataluña es enormemente complicada y sólo tiene una salida: la negociación política". "La salida del laberinto debería comportar el reintegro de derechos a los políticos ahora condenados. El Gobierno tiene instrumentos para ello". Esto es un infierno.