El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre el 9-N, saldado con la inhabilitación por dos años de Artur Mas, ha propiciado una nueva grieta en el PSC de Miquel Iceta. El grupo socialista en el Ayuntamiento de Gerona se ha sumado a una moción de Convergencia, Esquerra y la CUP en la que se critica el fallo y se insta a la Unión Europea a "activar los mecanismos" para velar por el Estado de Derecho y los "valores democráticos" que, según el texto, no son respetados en España.
La moción que apoya el PSC muestra su rechazo a la sentencia y pide a la Generalidad que "en nombre del pueblo catalán presente un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por la posible vulneración de los principios democráticos".
También se insta a la Comisión Europea a activar el artículo 7 del Tratado de la UE, un procedimiento que remite al hipotético caso de que un Estado miembro vulnere lo recogido en el artículo 2 del mismo Tratado y que invoca el "respeto a los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías".
Como es obvio, la moción es un brindis al sol, una reacción que los partidos firmantes sostienen sobre "la muy amplia mayoría social a favor del derecho a decidir y de la capacidad del Gobierno de Cataluña para organizar un referéndum".
El PSC es uno de los apoyos de Convergencia en el gobierno local y ostenta la primera tenencia de alcaldía de Gerona, a cargo de Silvia Paneque. El grupo socialista cuenta con cuatro concejales, los mismos que ERC y la CUP y seis menos que los convergentes. Ciudadanos dispone de dos ediles y el PP, uno.
La postura 'oficial' del PSC
Nada más conocerse la sentencia, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, encomendó al secretario de organización del partido, Salvador Illa, que se hiciera cargo de la reacción oficial con un alambicado y neutral argumentario que repartía críticas a partes iguales contra el Gobierno y contra la Generalidad. Así, Illa interpretó que el fallo era un toque de atención a ambos ejecutivos y una llamada a no judicializar la política. También se congratuló de que la pena de Mas fuera la mínima posible y apostó por una reforma de la Constitución. En ningún caso se consideró que la resolución de los magistrados supusiera una agresión a los derechos de una minoría ni que debiera ser recurrida ante instancias europeas.
En la línea de equidistancia que pretende marcar Iceta, que en ocasiones presenta recursos conjuntos con PP y Ciudadanos ante el Tribunal Constitucional por las declaraciones de ruptura del Parlament y en otras se desmarca de las iniciativas de la oposición, el PSC ha tratado de mantener un perfil bajo, una estrategia que ha hecho aguas en el ayuntamiento de Gerona, en el que sus concejales se han adherido a las tesis del bloque separatista.
La última vez que el PSC ha actuado de acuerdo con los partidos de la oposición se produjo el pasado mes de febrero, cuando los tres grupos presentaron un recurso contra la inclusión de una partida en los presupuestos para celebrar el referéndum previsto para septiembre bajo el manto del "derecho a decidir" y que derivó en el informe del Consell de Garanties Estatutàries que tacha de inconstitucionales los números autonómicos. Ese recurso motivó el aplazamiento del pleno para aprobar el presupuesto, aún pendiente, de la Generalidad.
La agrupación socialista de Gerona es tradicionalmente la más escorada hacia el independentismo y más propensa a las escisiones. Antes de las pasadas elecciones municipales, cinco de los seis ediles con los que contaba entonces el PSC en la capital gerundense se dieron de baja del partido y contribuyeron, junto a la exconsejera autonómica Marina Geli, a la defenestración de Pere Navarro.