La consigna es unánime: se desarrolló una investigación sobre el atentado del 11M, se celebró un juicio y se dictó una sentencia firme. A partir de ese momento, según las asociaciones mayoritarias que representan a los jueces y los fiscales en activo, se impone la 'verdad judicial' a cualquier otra investigación que la ponga en duda.
Desde la Asociación Profesional de la Magistratura subrayan que "con un juicio y una sentencia que hoy en día es firme y sobre la que no existe ningún elemento de juicio para dudar de que fue pronunciada con arreglo a las pruebas, después de la instrucción no hay por qué poner en duda ninguno de sus aspectos en entredicho". Prefieren no hacer valoraciones sobre el informe que encargó Eugenio Pino para revisar la actuación policial en los atentados: "Ni siquiera sabemos si existe. Hay que conocer en qué condiciones se ha llevado a cabo porque la Policía no puede investigar asuntos que están sometidos a la competencia de los Tribunales salvo que el informe haya sido elaborado bajo la supervisión del juez instructor".
Foro Judicial Independiente señala su "respeto a las decisiones judiciales". Aunque ignoran "si los hechos investigados lo fueron solo parcialmente" y les parecería correcto reabrir la causa ante "cualquier nuevo hallazgo", "solamente el juez que lo conoce podría saber si cabe esa posibilidad". Sólo este colectivo reconoce que "en un atentado de ese calibre muchas más personas tendrían que intervenir, pero no en todos los hechos se averigua quién es el autor". Eso sí, "el tiempo siempre corre en negativo porque puede haber una prescripción".
Ni un resquicio ofrece la Unión Progresista de Fiscales, más allá de la posibilidad de recurso de revisión que pueden utilizar los condenados: "El proceso penal es el proceso más garantista que le podemos ofrecer a un ciudadano o a una víctima. Fuera del marco del proceso se pueden hacer muchas hipótesis o se puede elucubrar mucho, pero dentro el sometimiento a contradicción es absoluto".
Un fiscal del Tribunal Supremo se ha pronunciado sobre el documental que pone patas arriba la investigación del 11M trece años después. "Me fío mucho más de lo que uno pueda ver en los sumarios que de lo que pueda ver en un documental, porque no sé hasta qué punto el documental responde exactamente a lo que ocurrió en el juicio. Muchas veces en estas cosas no hay pruebas directas, son indicios. En temas complejos hay muchos elementos que hay que ponderar juntos. Hacer una película con datos que se van anulando es espectacular, pero hay que ver el sumario". Aquí se habla de una serie de causas que aparecen después del juicio que permitirían al Tribunal Supremo reabrir el caso para revisar la condena y que vienen recogidas en el artículo 954 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (por ejemplo, falso testimonio, non bis in ídem o nuevos elementos de prueba que rebajen la condena). "Un informe de esa naturaleza tiene que tener credibilidad para poder hacerlo, para revisar condenas. Para cambiar la verdad judicial tendría que haber cosas muy sólidas que desvíen la línea de investigación", añade.
La 'verdad' que han decretado los Tribunales es incuestionable para estas asociaciones, pese a las investigaciones periodísticas o el reciente documental que ponen en cuestión la versión oficial de los atentados . Algunos despachan el asunto afirmando que no creen que haya "gente tan mala".