Convivencia Cívica Catalana (CCC) ha realizado un exhaustivo análisis de los resultados de PISA 2015, pero centrados en esa comunidad autónoma, en donde constatan que el ratio de fracaso de los alumnos castellanohablantes es el doble que el de los catalanohablantes.
Así, un 20.3% de los alumnos castellanohablantes no consiguieron superar el nivel mínimo de PISA en matemáticas en Cataluña, más del doble que el 10.1% de catalanohablantes en esa misma situación. El peor rendimiento académico de los alumnos castellanohablantes respecto a los catalanohablantes en Cataluña se constata en todas las materias evaluadas por PISA y en ambos sexos.
El estudio constata además que los estudiantes castellanohablantes en Cataluña muestran un ratio de fracaso un 50% superior al de los castellanohablantes en Navarra, Aragón o Madrid, autonomías con similar nivel de desarrollo que la catalana donde tienen la posibilidad de estudiar en su lengua materna.
Una "escabechina ocultada por el Gobierno catalán"
PISA en su edición de 2015 ha aportado también información sobre el nivel de repetición de curso de los alumnos catalanes. Los datos de la evaluación internacional ponen de relieve que en Cataluña hay casi tres veces más castellanohablantes que catalanohablantes entre los repetidores de un curso (72% vs. 28%) y nueve veces más castellanohablantes que catalanohablantes entre los repetidores de dos o más cursos (90% vs. 10%).
A la vista de estas cifras, "consideramos que no es exagerado hablar de que en el sistema educativo catalán se está produciendo una auténtica escabechina de los alumnos castellanohablantes silenciada por el Gobierno catalán, que se niega a publicar puntuaciones o ratios de fracaso de los alumnos castellanohablantes en las evaluaciones que efectúa. No deja de ser paradójico que en Cataluña nos enteremos de cuántos castellanohablantes y catalanohablantes fracasan en nuestras escuelas gracias a una evaluación internacional y no gracias a la propia administración responsable en materia educativa", lamenta esta entidad.
Los que se sienten menos integrados
CCC destaca el hecho de que PISA 2015 no solo ha evaluado el nivel de competencias de los alumnos sino también les ha preguntado por sus opiniones, actitudes y percepciones respecto al sistema escolar del que forman parte y, en particular, respecto a su nivel de integración en la escuela.
En este sentido, se constata que Cataluña es la comunidad autónoma de España donde los alumnos castellanohablantes se sienten menos integrados en la escuela. Un 21.3% de estudiantes castellanohablantes en Cataluña reconocen no sentirse integrados en el ámbito escolar, un porcentaje que duplica al de los alumnos castellanohablantes en otras comunidades en las que el castellano es la lengua utilizada en la educación y las actividades de los centros.
También Cataluña es la autonomía donde más alumnos castellanohablantes afirman sentirse incómodos en la escuela, un porcentaje notablemente superior a autonomías con similar nivel de desarrollo como Aragón, Navarra o Madrid.
Este menor nivel de integración y mayor incomodidad de las familias castellanohablantes en las escuelas de Cataluña tiene su plasmación directa en un aspecto que PISA 2015 pone de relieve: los cambios de escuela. En Cataluña un 37% de las familias de alumnos castellanohablantes han cambiado de centro educativo, una proporción significativamente superior a las familias catalanohablantes (24%).
Vistos los datos, la entidad presidida por Francisco Caja considera que "el sistema de la inmersión lingüística no es ajeno a los malos resultados académicos de los alumnos castellanohablantes en Cataluña y su bajo nivel de integración escolar".
"En un sistema donde la única lengua vehicular admitida es el catalán, los alumnos catalanohablantes juegan con ventaja: la enseñanza es en su propia lengua, en aquella que más dominan, mientras los niños castellanohablantes deben sumar en el proceso de aprendizaje a la dificultad propia de las materias una dificultad lingüística añadida".
Así, los resultados de PISA demuestran que el actual sistema de la inmersión lingüística en Cataluña está creando"una importante fractura y desigualdad educativa: los que hablan una lengua oficial fracasan el doble que los que hablan la otra lengua oficial, perjudicando a aquellos que no tienen la posibilidad de aprender en su lengua propia".