María del Carmen Prieto, diputada de Ciudadanos del Parlamento andaluz por la provincia de Málaga, ha sido apartada por Juan Marín y su equipo de la portavocía que ocupaba hasta el momento y ha provocado la primera crisis de calado y visible mostrando la intensidad de la convulsión interna que está fraguándose en el partido naranja.
Una razón que ha aducido Juan Marín que, como es habitual, ha utilizado a Sergio Romero, diputado por Cádiz y perteneciente al clan sanluqueño de la Manzanilla, para laminar el trabajo de la diputada, es que la defenestrada no asiste a las reuniones, razón que está en nota de prensa hecha pública por Ciudadanos Andalucía. La afectada ha justificado algunas ausencias en que ir es para nada porque nunca se tiene en cuenta opinión alguna.
Además, afirma que quien no asiste a muchas reuniones es el propio Marín, aunque sí asisten su concuñado Manuel Buzón, que no es siquiera parlamentario, y la propia Raquel Morales, de la dirección nacional de Ciudadanos ahora, que no alcanzó la condición de parlamentaria en las últimas elecciones en Jaén.
Prieto ha contado a Libertad Digital que Romero actúa en Ciudadanos como el Alfonso Guerra del Parlamento mientras que su concuñado Manuel Buzón representa al Guerra dentro del partido. Ha sido Romero el encargado de comunicarle su nueva situación, nada nuevo porque Marín ya la amenazó en dos ocasiones con abrirle expediente.
Otro motivo oficialmente aducido para eliminar de la escena visible a María del Carmen Prieto es que "no sabe trabajar en equipo". Según la afectada, el motivo real es que no se ha sometido a las decisiones que sin debate ni diálogo alguno, toma Marín sobre cuestiones decisivas, especialmente aquellas que tienen relevancia para sus relaciones privilegiadas con Susana Díaz o cuestiones que afectan al acuerdo político con el PSOE.
Por poner un ejemplo, Prieto se opuso al nombramiento como director general de la Junta del famoso alcalde de la localidad sevillana de Huévar, cuya historia está recogida en las investigaciones de Libertad Digital. Amigo y sostén de Susana Díaz, Rafael Moreno Segura fue nombrado primero presidente de la Mancomunidad del Guadalquivir en 2011 cuando se encontraba condenado e imputado y era ya un alcalde socialista con numerosos escándalos a sus espaldas.
En 2015, cuando el pacto PSOE-C’s era un hecho, el Gobierno de Susana Díaz, que hablaba de regeneración y transparencia al unísono con Ciudadanos, nombro director de Políticas Activas de Empleo a Moreno, conocido como el mini gorila rojo, que fue condenado por injurias a un funcionario de su ayuntamiento y que durante sus años de gestión acumuló una deuda con la Seguridad Social próxima a los 11 millones de euros por impago de las cuotas de los trabajadores municipales.
Prieto se opuso a ese nombramiento y al acuerdo que dio Marín al nombramiento de este personaje, suceso que fue uno de los primeros en las sucesivas desavenencias entre Juan Marín y la diputada malagueña. Marín amenazó en este caso, por vez primera, a la diputada con abrirle un expediente. Según Sergio Romero, el exalcalde socialista no "era corrupto" y la condujo al despacho de Marín.
La segunda vez que Marín amenazó con expedientar a Prieto fue por la abstención a un decreto-ley de Susana Díaz. Marín optó por no apoyar al PSOE al entender que había practicado un "juego sucio" al no informarle de la disposición adicional que acompañaba el decreto, y que daba funciones de dudosa legalidad a unos 1.500 trabajadores subrogados por la Junta, pero que cobraban sin tener tareas asignadas. Pero Prieto era partidaria de votar contra este nuevo decreto del "enchufismo".
Igualmente la diputada naranja señala que cuando Marín tiene que sacar adelante cosas importantes de su acuerdo con Susana Díaz, por ejemplo, el reciente caso de las 35 horas semanales para los empleados de la administración andaluza, el tema no se discute sino que es Marín el que decide lo que hay que votar.
Con el conocimiento de este conflicto, Prieto se convierte, de hecho, en la cabeza visible, aunque todavía aislada, de una oposición interna mucho más amplia y fácilmente reconocible en Huelva, Córdoba, Málaga y Granada.
Prieto añadió a Libertad Digital que Marín y su clan han subvertido totalmente la democracia en la Asamblea nacional de C´s celebrada recientemente. "Nos acostamos socialdemócratas y nos levantamos liberales" sin que haya habido un debate en profundidad en Andalucía. Prieto ha añadido que Juan Marín repite una y otra vez que "él no tiene ideología", pero lo que él representa no es lo que representó para los afiliados de Ciudadanos el partido naranja.
Más votos en la Asamblea Nacional que en la base andaluza
Una de las sorpresas que causan los números de votos obtenidos por los primeros espadas de este clan sanluqueño es que obtienen más votos en las componendas y pactos en la Asamblea nacional que entre las bases reales de un partido que, según la diputada Prieto, se está desangrando de afiliados a chorros, motivo por el cual sólo votaron 600 de los casi 6.000 afiliados oficiales.
De hecho, y como contó Libertad Digital, el clan de la Manzanilla representado esencialmente por Sergio Romero, Elena Sumariva y el concuñado Manuel Buzón obtuvieron en las elecciones para compromisarios de la Asamblea nacional reciente 408, 401 y 373 votos respectivamente. Sin embargo, en una asamblea de 600 asistentes, Romero y Sumariva obtuvieron 417 y 419 votos respectivamente para formar parte del Consejo General.
Otro importante componente del clan, el onubense Julio Díaz, que es nada menos que presidente de la Comisión de Investigación del Parlamento andaluz sobre el fraude de la formación, ni siquiera obtuvo los votos necesarios para ser compromisario, lo que da una idea de la envergadura de la crisis del partido en Huelva.