El Mundo se compadece de los pobres jueces. "El Tribunal corta el intento de Mas de politizar el juicio". Tras hacer el ridículo permitiéndole que llegara cuando le saliera de las narices. Qué buen corazón tiene Cuartango. El periódico se queja en el editorial de que "el independentismo convirtió ayer el inicio del juicio en un alegato secesionista", como si los indepes hicieran algo que no sea un alegato secesionista desde que se levantan hasta que se acuestan día tras día. "El ex president, heredero del tradicional victimismo de los líderes nacionalistas, parece cómodo en su papel de protagonista de un martirologio exacerbado a mayor gloria de la causa separatista". Nos da cada momentazo. Concluye Cuartango, con la retahíla de siempre. "El independentismo conduce a Cataluña a un callejón sin salida" y "sólo desde el respeto a la ley, la firmeza democrática y la actitud política responsable se está aún a tiempo de evitar un choque institucional cuyas consecuencias son ahora mismo imprevisibles". Bla, bla, bla. El independentismo se pasa por el arco del triunfo la ley, la firmeza democrática y la responsabilidad. Arcadi Espada explica que estamos donde estamos porque "nadie creyó que Mas llevaría tan lejos el desafío como hasta el inquietante punto en que está". Y Anson pone pie en pared con la solución de siempre, suspender la autonomía, el dichoso artículo 155 que nunca llega ni parece que vaya a llegar. "En el entorno de Moncloa se piensa que todavía se puede evitar el choque de trenes. Desconozco en qué se basa esta presunción", pero por si aca, no estaría de más "tener todo dispuesto para que no nos arrolle el vendaval". "Estremece pensar que puedan caer otra vez ensangrentadas las páginas de la Historia de España". Verás como no, Anson, no veo yo muy dispuesto a nadie a ir a la guerra. Ricardo F. Colmenero tampoco lo ve. "En el resto de España, y quizá en parte de Cataluña, se están pasando el referéndum por donde Mas se pasó ayer la Justicia, por el arco del triunfo". Que ya cansan.
El País dice que "Mas se defiende ante el juez y el soberanismo presiona en la calle". Dice el editorial que "el juicio plasma e ilustra el fracaso de la política", porque en opinión de Cebrián, Rajoy tenía que haber "tratado de encauzar la protesta que se le presentó", que en cebrianés significa haberles dado más pasta y competencias y lo que pidan los señores "en vez de rehuirla y dirigirla hacia el poder judicial", pese a que se salten la ley a la torera. Según la analista Milagros Pérez Oliva lo mismo da que da lo mismo, "tanto si hay condena como si absuelve, la sentencia reforzará al independentismo". Y entonces ¿para qué vamos a pagar el rescate? Francesc de Carreras dice que lo de ayer fue un espectáculo "antidemocrático y grotesco, pero no inesperado". Desde luego que no. Y cuenta cómo el domingo una tele catalana dedicó toda la jornada a "seguir la entrañable vida familiar de Artur Mas", como si fuera un reo condenado a muerte en su último día. "La serenidad del gran líder, dispuesto a cualquier sacrificio por la patria, rodeado de esposa, hijos y nietos, tranquilo y seguro de que el día siguiente sería un día histórico, uno más". Si en Cataluña tienen tantos días históricos que no les caben en el calendario. Cambiando de tema, que lo de los separatas aburre a los muertos, Enrique Gil Calvo dice a los socialistas que no sean bobos, que si gana Errejón "muchos socialistas se pasarían a Podemos". "Lo mejor para retener a los votantes socialistas sería que triunfara Iglesias y purgase al errejonismo, que es lo que probablemente va a pasar. Así se abriría la posibilidad de que algún día Errejón ingresara en el PSOE y luchase por su secretaría general. ¡No caerá esa breva!". Qué bueno, otra vez Iglesias contra Errejón, pero esta vez en diferentes partidos. Espectacular idea, Enrique. A ver qué dice Susana.
ABC: "El president que no sabía que la ley se cumple". Bieito Rubido centra su editorial en la farándula de la calle. "La sociedad se moviliza en la calle" pero "guarda silencio frente a los corruptos", qué vergüenza, van derechitos al "totalitarismo". Se escandaliza todavía de "la falta de pudor con la que el nacionalismo ha sumado voces a su protesta callejera ante la sede judicial", podemitas, proetarras... y aconseja al Estado que "sea más explícito y efectivo en sus reacciones, empezando por una reforma penal que castigue como delito contra la independencia judicial manifestaciones ante tribunales mientras ejercen sus funciones". Lo llevas claro, Bieito. "O se toma en serio el nivel que ha adquirido la ofensiva secesionista, o irá a más la insolencia del separatismo". Ah, ¿pero es que puede ir a más?
La Razón tiene su "veredicto por unanimidad". Nos pone en portada las contundentes declaraciones de Rajoy: "Si todos hiciéramos lo mismo no se podría vivir en este país". Sí, menos mal que algunos cumplimos la ley por la cuenta que nos tiene. Marhuenda dedica el editorial a pedir la inhabilitación de Puigdemont, será que la de Mas la da por hecho. "Es muy grave que el presidente de la Generalitat deslegitime a la justicia y actúe como si no fuera el presidente de todos los catalanes, sino sólo el de aquéllos que quieren la independencia, que siguen sin ser la mayoría". Sí, lleva sucediendo esto mismo desde hace la tira de tiempo. "Mas llegó voluntariamente media hora más tarde, alargando su paseo, mientra recibía los vítores y el tribunal esperaba". Y se fue tan pichi, sin multa ni nada. Toni Bolaño dice que "el mesías consiguió sus objetivos rodeado de hooligans, funcionarios pelotas y activistas irredentos. El resto de catalanes sigue en el limbo". ¿Hay resto de catalanes? Pues están muy bien escondidos, nunca se les ve. Ni siquiera en las urnas.
La Vanguardia dice que "Mas se declara responsable del 9-N, pero niega la desobediencia". Según el editorial Mas se puso muy chulito en la calle –"épica", lo llama– pero luego rebajó el tono en la sala. "Prevaleció en Mas el deseo de evitar una condena y la consiguiente inhabilitación que podría apartarle de responsabilidades públicas por un largo periodo de tiempo". Enric Juliana, asesor de Mas, le dice que no se preocupe y le explica cómo burlar a los tribunales y presentarse a las próximas elecciones. "Mas podría estar ante un momento propicio después de una primera condena por parte del TSJC. Las urnas frente a la inhabilitación, antes de que el Tribunal Supremo decida sobre el previsible recurso de apelación. Un nuevo llamamiento al voto plesbicitario, después de la prohibición del referéndum y el correspondiente momento dramático. No hay indicios de que el Tribunal Supremo quiera demorarse. No le regalarán tiempo". Bueno, Juliana, no hay nada que se demore más que la justicia española, no tengas prisa. Vamos que, como Alien, vuelve Mas. Esto es un infierno.