Enrique García Castaño ha sido destituido de su cargo de jefe de la UCAO (Unidad Central de Apoyo Operativo) de la Policía Nacional. Así lo ha desvelado el periodista de El Mundo Fernando Lázaro en el programa Es la tarde de Dieter de esRadio. La destitución se enmarca dentro de los cambios que se están produciendo en la cúpula policial, tras la llegada de Juan Ignacio Zoido al Ministerio de Interior, en sustitución de Jorge Fernández Díaz.
"Es muy relevante porque llevaba al frente la parte de escuchas y seguimientos de la Comisaría General de Información varios lustros, sin que ningún responsable político se atreviera a relevarle del cargo", ha apuntado el propio Fernando Lázaro, que ha relacionado el cese con las revelaciones del propio García Castaño alrededor de las últimas noticias sobre la vida privada de Juan Carlos I.
La noticia se produce en plena guerra de comisarios que ha puesto de manifiesto la existencia de las denominadas 'cloacas policiales'. García Castaño es uno de los cuatro protagonistas de esta guerra junto con el ya jubilado comisario José Villarejo, el ex DAO (Director Adjunto Operativo) Eugenio Pino, y Marcelino Martín Blas, jefe de asuntos internos de la Policía, que siempre ha actuado bajo directrices judiciales . La guerra estalló a raíz del procesamiento de Villarejo y Pino en el caso Pequeño Nicolás. Las armas utilizadas en estas guerras son grabaciones, espionajes, informes ad hominem filtrados a conocidos periodistas para perjudicar a personas o instituciones, a modo de chantaje.
Tal y cómo ha contado Luis del Pino, Enrique García Castaño es un comisario que aparece relacionado con casi todos los episodios sonados que han jalonado la historia del Ministerio de Interior durante la democracia. Actuó como infiltrado en los ambientes de extrema derecha para el ministro Rosón en tiempos de la UCD. Trabajó en la Brigada de Interior a las órdenes de Alberto Elías durante los primeros gobiernos de González. Gran amigo del juez Garzón, sufrió su primer ostracismo al estallar el escándalo del Informe Veritas. Durante la época álgida del escándalo de los GAL, con Juan Alberto Belloch de ministro, actuó como informante del PP en muchos aspectos relativos a las investigaciones. Antes de la llegada del PP al poder, era inspector en la Comisaría General de Información. El 11-M ocupaba el puesto de Comisario Jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), una de las unidades de "fontaneros" de la Policía.
Fue cesado en su cargo al llegar José Antonio Alonso al Ministerio de Interior, pero Rubalcaba le recuperaría posteriormente y le reintegraría en su puesto. Cuenta con la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Droga. Es el único de los responsables policiales del 11-M que continuaba ocupando el mismo cargo que ocupaba entonces. Su nombre volvió a saltar de nuevo a la palestra al destaparse las conversaciones del caso Faisán. García Castaño aparece en una de las conversaciones tranquilizando a uno de los supuestos implicados en el caso: "No te preocupes, que Baltasar es amigo".