Ante el juez lo han llamado "bienvenida", aunque no fue más que otro homenaje a ETA con el sello de EH Bildu. Andoni Seijo, un concejal del partido proetarra en el Ayuntamiento de Lequeitio, en Vizcaya, ha declarado en la Audiencia Nacional como representante de un nuevo episodio de enaltecimiento del terrorismo, aún presunto. El juez Ismael Moreno lo había citado a raíz de una querella interpuesta por Covite. El colectivo de víctimas describió lo acontecido en septiembre de 2016 en el Salón de Plenos del mencionado consistorio: ramos de flores y danzas regionales para rendir culto a Andoni Gabiola, sentado en el sillón que normalmente ocupa el alcalde del PNV, Koldo Goitia, que tampoco impidió la estampa.
Decenas de políticos y vecinos vitoreando al que bautizaron en su día al que ETA bautizó como Toñua. Después de cumplir una condena a 16 años, acababa de salir de prisión por integrarse en la banda terrorista ETA, desde la que, entre otras cosas, participó en el secuestro de Emiliano Revilla. El empresario de los famosos embutidos permaneció 249 días, entre el 24 de febrero de 1988 y el 30 de octubre del mismo año, encerrado en un zulo de dos metros cuadrados. Homenajes que, tal y como describe Covite, no constituyen una excepción en el País Vasco y Navarra, donde se reproducen como hechos "socialmente normalizados" y que pasan normalmente desapercibidos en el resto de España.
El magistrado de la Audiencia Nacional ha dejado en libertad sin medidas cautelares al concejal Andoni Seijo, que habría promovido en concreto el episodio de Lequeitio. Sin embargo, continuará la investigación dirigida por Ismael Moreno, al que desde EH Bildu no han perdido la ocasión de atacar. Precisamente lo ha hecho el senador Jon Iñarritu, a través de Twitter: "Es hora de acabar con estos sinsentidos".