Albert Rivera ha sido reelegido oficialmente este viernes como presidente de Ciudadanos, tras imponerse en las primarias a dos afiliados de base, el madrileño Juan Carlos Bermejo y el sevillano Diego de los Santos.
Rivera ha sido reelegido para un nuevo mandato de cuatro años por el 87,27 por ciento de los votos (5.999). Se trata de la primera vez que el presidente del partido naranja es elegido en primarias abiertas a las bases, a las que los candidatos concurrieron sin necesidad de avales.
Juan Carlos Bermejo, con 423 votos, ha sacado el 6,15 por ciento de los sufragios mientras que el sevillano Diego de los Santos ha obtenido el 6,58 por ciento (452 votos).
La participación en las primarias de Ciudadanos para elegir al nuevo líder del partido ha sido del 34,3 por ciento (6.874 votos) al cerrarse el proceso de votación telemático a las diez de la noche después de dos días.
Los afiliados han elegido así al presidente con su nuevo equipo, una semana antes de la IV Asamblea General que tendrá lugar el primer fin de semana de febrero en la localidad madrileña de Coslada. Rivera anunció el lunes y presentará este domingo en Madrid la que será nueva Ejecutiva naranja, básicamente de continuidad aunque con dos figuras reforzadas: José Manuel Villegas, que será el nuevo secretario general, e Inés Arrimadas, que ejercerá como portavoz nacional del partido, compatibilizando su cargo con el de líder de la oposición en Cataluña.
En el cónclave de febrero, Rivera tendrá que encarar la votación de su informe de gestión y siete enmiendas a la totalidad de las ponencias elaboradas por el aparato el partido sobre estatutos, valores o ideario y estrategia política.
El político catalán, nacido en Barcelona en 1979, llevará quince años al frente de Ciudadanos cuando expire el mandato que ahora comienza. Divorciado y padre de una niña de cinco años, actualmente mantiene una relación con Beatriz Tajuelo, con la que se le ha podido ver en actos públicos y en la última noche electoral del 26 de junio de 2016. Rivera fue diputado en el Parlament de Cataluña durante tres legislaturas, entre 2006 y 2015, cuando cedió el testigo a Arrimadas para concurrir a las generales de 2015 y 2016, donde Ciudadanos se convirtió en la cuarta fuerza política española con cuarenta y treinta y dos diputados, respectivamente.
En la primera de esas legislaturas alcanzó un acuerdo de Gobierno a la postre infructuoso con el PSOE de Pedro Sánchez y en la actual un acuerdo de investidura por el que los diputados naranja votaron sí a Mariano Rajoy, tras haber negado esa posibilidad Rivera antes, durante y después de la campaña electoral.
Una trabajada biografía política
Su primer intento infructuoso de dar el salto nacional se produjo en las elecciones generales de 2008, cuando encabezó la lista de su partido por Barcelona, sin obtener ningún escaño. En esos comicios sí obtuvo representación por Madrid Rosa Díez, al frente de UPyD, un partido nutrido en buena medida por antiguos militantes de Ciudadanos que luego han vuelto al redil naranja, como los hoy diputados y también miembros de la nueva Ejecutiva de Rivera, Ignacio Prendes y Toni Cantó.
Con Díez, Rivera protagonizó casi una década de desencuentros que terminó en noviembre de 2014, cuando la líder del partido magenta impidió la unión de ambas formaciones por la que abogaba Rivera. Pocos meses después, en marzo de 2015, las elecciones andaluzas certificaban la eclosión nacional de Ciudadanos con nueve escaños que sustentan hoy al Gobierno del PSOE, mientras las siglas de UPyD se hundían en la irrelevancia que luego confirmarían las autonómicas y municipales y las generales del mismo año, poniendo fin a la carrera política de Díez.
Su coqueteo juvenil con el PP y su flirteo adulto con Ganley
Rivera, licenciado en Derecho y campeón de la Liga de debate universitario, coqueteó con el PP antes de unirse en 2006 a la plataforma Ciutadans de Cataluña, el embrión del partido que le eligió presidente por primera vez en el congreso fundacional de 2006. Su afiliación a Nuevas Generaciones provocó una fuerte polémica en sus primeros años como diputado, entre otras cosas porque la ocultó a su partido.
En 2009, en medio de lo que años más tarde describiría en una entrevista en Libertad Digital como su paso por la "uci política", intentó salir a flote pactando con la formación ultraderechista Libertas del millonario irlandés Declan Ganley para las elecciones europeas de aquel año, a las que concurrieron como candidatos el abogado y expresidente de la ONCE, Miguel Durán, y el hoy número dos naranja, José Manuel Villegas. La candidatura no obtuvo ningún eurodiputado mientras que UPyD entraba en la Eurocámara de la mano del constitucionalista Francisco Sosa Wagner.
El pacto con Libertas supuso la ruptura definitiva con los otros dos primeros diputados de Ciudadanos en Cataluña, Antonio Robles y José Domingo, que lideraron una importante desbandada de militantes, muchos de los cuales encontraron refugio en UPyD, incluido el propio Robles.
El futuro
Rivera aspira, en el mandato que ahora comienza, a que Ciudadanos crezca hasta convertirse en un partido de Gobierno. Las siglas naranja son muy fuertes, como ha quedado acreditado en el ciclo electoral de los últimos dos años, en cinco comunidades autónomas: Cataluña, Madrid, Andalucía, Valencia y Murcia. Son también los lugares donde mayor peso tiene la afiliación.
En el resto de España oscilan entre ser un partido minoritario o directamente residual, como evidenciaron las elecciones de septiembre de 2016 en Galicia y País Vasco, donde se quedaron a mucha distancia de obtener representación alguna. Ciudadanos tampoco tiene representación en Canarias, Navarra y Castilla-La Mancha.