Estupor, indignación, rechinar de dientes en las redes sociales y peticiones para que se emprenda una caza de brujas en TV3 contra los organizadores del programa Jo pregunto, estrenado este domingo por la noche con el presidente de la Generalidad Carles Puigdemont. Lo que se presumía una sesión de masaje terapéutico para Puigdemont se convirtió en una encerrona, según los nacionalistas, una trampa para elefantes de la que el "president" no salió precisamente reforzado.
Los doce ciudadanos seleccionados mediante una votación entre los participantes de un "casting" organizado por la televisión autonómica arrinconaron a Puigdemont, que demostró ser incapaz de responder de forma satisfactoria a ninguna de las preguntas formuladas, fueran a favor o en contra sobre servicios sociales, economía, desempleo, proceso, política lingüística, becas universitarias o el colapso de las urgencias hospitalarias.
Puigdemont insistió en que el referéndum se celebrará, que en Cataluña no hay fractura social, que los recortes son culpa del Gobierno de Madrid y que si bien "España no nos roba, recibimos mucho menos de lo que aportamos".
El hecho de que los entrevistadores pudieran repreguntar y que tuvieran hasta un turno final (en el que casi todos demostraron estar francamente decepcionados con las evasivas respuestas de Puigdemont) descuadró por completo al presidente autonómico. Un joven nacionalista le reprochó falta de credibilidad en el proceso, una bibliotecaria jubilada le mentó la división social y el arrinconamiento del español, un trabajador industrial desmontó la retórica económica del político, una médico describió con crudeza los recortes y la errática política sanitaria, una joven estudiante censuró la falta de respeto del público (el programa se llevó a cabo en el Teatro de Manresa) que abucheó a la señora que criticó la política lingüística, una vecina del barrio de la Mina le dijo que la política social de la Generalidad es nula, etcétera, etcétera.
A medida que avanzaba el programa, que duró tres horas, los partidarios de Puigdemont se mostraban más irritados en las redes sociales. Pilar Rahola se escandalizaba en Twitter: "¡¿Pero de qué va este programa!?". El periodista Toni Aira trató de consolar a las huestes puigdemontianas con el siguiente mensaje: "Muchos no os habéis sentido representados por casi ninguno de los doce del 'Jo Pregunto'. Pero os ha representado @KRLS (el nombre de Puigdemont en esa red social). Por eso él es el presidente". Un presidente que no pasó por las urnas, sino que fue designado por Mas en cumplimiento de una orden de la CUP.
Pilar Rahola respondía a Aira con un "sí, pero qué encerrona" y difundía un listado en el que se afirma que los participantes en el programa son de Sociedad Civil Catalana, de Ciudadanos, sindicalistas, de "Iniciativa per Catalunya", de la CUP y de variados grupos de presión. Deben rodar cabezas en TV3, clamaban los convergentes mientras voces minoritarias consideraban que el hundimiento de la imagen pública de Puigdemont en la televisión autonómica desmontaba las acusaciones de sectarismo sobre la televisión autonómica.