Vaciar de poderes a Pablo Iglesias, limitar su mandato y blindarse para evitar una posible unión con IU. Esas son algunas de las claves de los borradores de los documentos para el próximo Vistalegre II que han dado a conocer los errejonistas.
El número dos de Podemos y sus allegados venían dado pistas en las últimas semanas de sus intenciones y este domingo han publicado los textos completos que quieren llevar al segundo congreso de la formación morada en los que se puede leer, por ejemplo, que el mandato del secretario general "durará un máximo de tres años con un máximo de dos mandatos". Una limitación que no se aplicaría de forma retroactiva. Es decir, si Iglesias es reelegido, podría estar seis años más sin contar los que ya lleva al frente de la formación.
Quitarle poder
Pero la de la limitación no es la única piedra de los errejonistas en el camino de Iglesias. También buscan quitar al líder de Podemos la capacidad de convocar unilateralmente consultas a las bases. Una medida muy utilizada por el líder de los círculos. Para hacerlo tendrá que tener el beneplácito de la dirección del partido. Una mayoría simple del Consejo Ciudadano Estatal, según los errrejonistas.
El secretario general del partido también perdería la facultad de poder disolver cualquier dirección autonómica y local, y de el eliminar o modificar las secretarías.
"Aprobar la creación de cualquier unidad funcional nueva, área o equipo, o reestructuración de las existentes, así como cualquier redistribución de competencias entre las mismas, por mayoría cualificada de ⅔ ", dice también el texto.
IU
La aversión de Íñigo Errejón a una unión con Izquierda Unida también es manifiesta. El número dos de Podemos ha declarado en múltiples ocasiones que lo que su equipo quiere es que Podemos sea autónomo e independiente. Pero este domingo, el número dos de la formación morada da un paso más. Los errejonistas han incluido en su propuesta organizativa para Vistalegre II una cláusula para blindar el partido ante cualquier tipo de fusión con IU.
Aseguran en su texto que en caso de pretender la "disolución del partido, modificación de su nombre, composición, ámbito, naturaleza y cualquier proceso de fusión orgánica con otras fuerzas políticas" será necesaria una mayoría cualificada de dos tercios de los inscritos en Podemos. Es decir, que tendrían que realizar una consulta a sus inscritos, que ahora son más de 450.000 inscritos, y, al menos 300.000 deberían apoyar la unión. Algo muy complicado ya que en Podemos no se han producido consultas con, ni siquiera, una participación que llegue a esa cifra.