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Las claves de la 'Operación Patxi' contra Susana Díaz: venganzas pendientes y Felipe González

¿Se enfrentará Felipe al PSOE andaluz? ¿Se enemistará con sus amigos Cebrián, Rubalcaba y Chaves, todos ellos hostiles a Díaz?

¿Se enfrentará Felipe al PSOE andaluz? ¿Se enemistará con sus amigos Cebrián, Rubalcaba y Chaves, todos ellos hostiles a Díaz?
Patxi López, con su mujer, Begoña | EFE

No es la primera vez que Patxi López trata de sacudir a la secretaría general del PSOE. Es la falta de memoria propia del agobio informativo general la que hace olvidar hechos relevantes de la historia reciente. Haciendo un ejercicio moderado de evocación, hay que recordar que el vasco ya protagonizó un intento de mover la silla a José Luis Rodríguez Zapatero siendo aún presidente del Gobierno, algo insólito hasta entonces en los usos y costumbres del PSOE.

El resultado de su operación fue el ascenso de Alfredo Pérez Rubalcaba, sin primarias, a la candidatura socialista a las elecciones de 2011. En ellas, obtuvo el peor resultado de la historia socialista reciente hasta que el "cangrejo" Pedro Sánchez fue capaz de ir más atrás sucesivamente.

Posteriormente apoyó a Rubalcaba en las primarias de 2012 frente a Carmen Chacón, pero, tras su fracaso electoral en el País Vasco en las que perdió nueve escaños, Patxi López jugó con presentarse para sustituir a Rubalcaba que renunció a seguir dirigiendo el PSOE en 2014. Su nombre se barajó para el mando junto al de Eduardo Madina, Susana Díaz, Pedro Sánchez y otros menores, pero dio un paso atrás.

Esta vez la sacude de nuevo, pero para ser él, ya sin tapujos, el próximo secretario general. Para lograrlo, necesitará que se aclare quién de cuatro Mendos: el propio Zapatero, Manuel Chaves, ex presidente de la Junta de Andalucía, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez. El expresidente del gobierno ya ha anunciado que dará su apoyo a Díaz, su creación más brillante tras el fugaz paso por la estación de Carmen Chacón.

El segundo, Chaves, guarda silencio, pero todos recordamos cómo se indignó cuando Susana Díaz los "mató", a él y a su examigo José Antonio Griñán, en pleno caso ERE. El tercero, Pérez Rubalcaba, que fue quien impulsó la publicación del famoso artículo de Patxi López, en El País, ha sido siempre su amigo e impulsor. El cuarto, Pedro Sánchez, no sabe si ha muerto o no tras el crimen del Comité Federal.

Patxi y su operación anti-Zapatero

En abril de 2010, en pleno declive político y con creciente oposición interna por parte de barones como López, Guillermo Fernández Vara o José María Barreda, que temían por sus futuros electorales, Zapatero anunció que no repetiría como candidato a la presidencia del gobierno de España. Rubalcaba lo sabía por el propio Zapatero desde antes.

Pero, ¿qué había pasado con Patxi López? Pues que en la sombra y de acuerdo con los históricos como Manuel Chaves, por cierto, amigo de su padre, el histórico ugetista y socialista vasco Eduardo López Albizu, había impulsado la idea de un congreso extraordinario para imponer a Rubalcaba sin primarias por si Zapatero no cumplía sus promesas de marcharse. Detrás de la propuesta de Patxi López estaban Guillermo Fernández Vara, el propio Rubalcaba, el mencionado Chaves y Gaspar Zarrías, entre otros.

Rubalcaba fue el candidato socialista, sin primarias, a las elecciones de 2011 y obtuvo el peor resultado de la historia socialista desde la transición. Posteriormente, el PSOE andaluz que ahora dirige Susana Díaz y entonces José Antonio Griñán, fue firme partidario de Carmen Chacón contra Rubalcaba en las primarias de 2012. Chaves se enfrentó a Griñán y apoyó a Rubalcaba.

Naturalmente, cuando Rubalcaba presentó su candidatura a las primarias socialistas, a su lado estaban Felipe González y Patxi López además de Micaela Navarro, del sector Chaves-Zarrías del socialismo andaluz, ahora transmutada en amiga y aliada de Susana Díaz. Tras su victoria, Rubalcaba nombró a López secretario federal de Relaciones Políticas, un ascenso. Patxi López, que alcanzó el gobierno vasco con el apoyo del PP, apoyo que parece haber olvidado, perdió las elecciones vascas y dimitió "sin renunciar a nada".

Felipe González, ¿árbitro de las venganzas?

A estas alturas nadie duda de que la mano que mece la cuna de la candidatura de Patxi López es la de Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde la publicación de su artículo hasta la sorprende celeridad de presentar su candidatura a las nuevas primarias, se ve la "calva" del ex secretario general del PSOE.

Rubalcaba tiene motivos sobrados para impedir que Susana Díaz sea la próxima líder socialista nacional. Fue una de las piezas que apoyaron a Carmen Chacón en las primarias de 2012 que casi perdió; fue un apoyo decisivo para José Antonio Griñán cuando este se enfrentó a él mismo obteniendo la presidencia nacional del PSOE; impidió el ascenso de sus protegidos en el último congreso socialista cuando el apoyo andaluz encumbró a Pedro Sánchez y ha mirado para otro lado en los grandes escándalos socialistas, dejando a los pies de los caballos a dirigentes históricos del PSOE, como Chaves y Griñán.

Manuel Chaves, que ya dijo aquello de que "Susana nos ha matado" cuando Pedro Sánchez y la lideresa andaluza se enfrascaron en una batalla por quien condenaba más y mejor la corrupción de los ERE y el fraude de la formación, tiene motivos para vengarse de Susana Díaz. Además, ésta fue la mano ejecutora de su examigo Griñán en la marginación de sus partidarios internos del PSOE andaluz, como el alcalde de Dos Hermanas, el clan de Alcalá de Cádiz y otros muchos.

Contra esta operación anti Susana Díaz sólo se yergue, visiblemente, la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, poco apreciada por el electorado nacional por cuestiones obvias relacionadas con su gestión de la primera parte de la crisis económica y social y por haber consagrado la división interna que aún se perpetúa. Zapatero tiene motivos sobrados para la venganza fría contra el propio Rubalcaba y contra Patxi López y lo que representan.

Finalmente, aparece un nuevo herido, Pedro Sánchez, que ha visto cómo Patxi López le ha robado la cartera sin consideración alguna, desde su "no es no" a todo lo demás y que tiene motivos para vengarse de los dos contendientes, el explícito López y la tapada Díaz. Pero si concurre a las primarias, divide a la oposición que quiere laminar a la andaluza.

En este baile de venganzas, emerge de nuevo la figura legendaria de Felipe González. Hasta el momento parece haber defendido a Susana Díaz si bien no claramente, ya que dijo aquello de que no la defendía para no perjudicarla.

Por ello, cada vez es más relevante su posición estratégica en el PSOE. ¿Se enfrentará al PSOE andaluz? ¿Se enemistará con sus amigos Cebrián, Rubalcaba y Chaves, todos ellos hostiles a Susana Díaz? ¿Apostará finalmente por una solución de unidad sin fisuras convenciendo a Susana de que su tiempo aún no ha llegado? ¿Defenderá abiertamente a la trianera? ¿Buscará otra salida que contente a casi todos?

De lo que no cabe duda es de que Rubalcaba ha hecho un movimiento maestro en un tablero complejo y que ha desorientado al PSOE andaluz sumiéndolo en la duda y la desconfianza.

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