Visiblemente magullado, con un ojo morado y una suerte de vendaje en una de sus orejas, el presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad ha hecho declaraciones a los medios de comunicación a su salida este jueves por la tarde de la cárcel de Navalcarnero, de donde ha salido después de que el juez Pedraz le dejase en libertad provisional tras imponerle una fianza de 50.000 euros al considerar que no existía riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas. Bernad había solicitado un permiso extraordinario para estar con su madre de avanzada edad y también por problemas de salud.
A las puertas de la cárcel, Bernad ha dicho que cree estar en condiciones de demostrar que la operación Delso por la que se le detiene y se le encierra en prisión "es una operación presuntamente diseñada por las cloacas del Estado. Digo presuntamente, pero tengo pruebas para demostrarlo", decía desafiante. "Voy a hacer ver a la sociedad que no soy un chorizo", añadía.
Antes había dejado claras algunas cosas, como que tiene en mente disolver Manos Limpias y retirarse del Caso Noos: "Cualquiera que sea la sentencia de la Audiencia de Palma, tanto si es absolutoria o condenatoria, y cualquiera que sea la cantidad que se fije, Manos Limpias no va a recurrir la sentencia ni de la infanta, ni de ninguno de los 16 imputados. Hemos llegado hasta donde podíamos llegar", sentenciaba.
También señalaba que "nos hemos retirado del procedimiento contra Podemos y contra Manuela Carmena" y dice que tan sólo seguirán en el caos de los ERE de Andalucía y de los cursos de formación,por ser los que más avanzados están, decía.
Sobre las acusaciones de extorsión que pesan sobre él, las ha negado rotundamente y ha añadido que "no tengo ni una sola denuncia ni de particular ni de ninguna entidad financiera que diga que yo he extorsionado a nadie". Así, también advertía de que logrará demostrar "las falsas imputaciones" que pesan sobre él "en sede judicial".
En cuanto al sindicato, Manos Limpias, ha dicho que prepara un libro para demostrar que el sindicato fue "un referente, un estandarte de la lucha contra la corrupción viniera de donde viniera", pero que su intención es "dar por finalizada esta organización", que ha sido "muy molesta para los poderes públicos" y que "ha demostrado", según decía, "que la defensa de la legalidad no es monopolio del Ministerio público", sino que también puede ser ejercida por "la acción popular".