Su nombre es Allal El Mourabit y pretendía cometer en territorio español un atentado terrorista como el ocurrido este lunes por la tarde-noche en Berlín o como el de hace unos meses en Niza. Su intención era lanzarse con un camión contra población civil y causar el mayor número posible de muertos. Es por eso que la Guardia Civil precipitó su detención y le colocó las esposas el pasado 30 de noviembre en Irún (Guipúzcoa).
Todos los indicios que tenían los investigadores apuntaban a que ya tenía tomada la decisión y en el momento del arresto tenía todos los elementos necesarios para ello. Transportista internacional, es decir, con acceso fácil a camiones de mercancías, había conseguido encargarse de un transporte entre Alemania y España. Ya tenía el camión para cometer la masacre y en cuanto pisó suelo español se produjo la detención.
El Servicio de Información del Instituto Armado le tenía en su radar desde hacía tiempo, ya que se relacionaba con otros dos islamistas que estaban controlando, pero entonces estaba todavía en pleno proceso de radicalización y prefirieron permanecer observantes. Sus dos compañeros fueron finalmente detenidos. El primero de ellos, en Pamplona en 2015, el segundo, en octubre de este mismo año en Calahorra (La Rioja).
Pero el proceso de radicalización de Allal El Mourabit ya no tenía vuelta a atrás y estas detenciones no le hicieron reconsiderar su camino terrorista. Los agentes intensificaron la investigación sobre el detenido y descubrieron entonces que había intentado viajar hasta Siria en fechas recientes para unirse a las filas de Estado Islámico, pero las fuerzas de seguridad turcas echaron para atrás su entrada al país y le retornaron.
El fiscal pidió prisión incondicional para él y así lo concedió el juez de la Audiencia Nacional. El yihadista, natural de Marruecos, se negó a contestar cualquier tipo de pregunta. Como mínimo le caerán dos cargos por enaltecimiento del terrorismo yihadista y autoadoctrinamiento por el material que visionaba y publicitaba a través de las redes sociales.
La advertencia de Europol
Un día después de la detención de Allal El Mourabit, la agencia europea de Policía (Europol) hizo público su informe sobre amenazas terroristas. En el mismo, advertía que Estado Islámico tenía terroristas en suelo europeo preparados para atentar y alertaba de que las pérdidas territoriales del califato del terror en Siria e Irak aumentaban las posibilidades de que el grupo quisiera aumentar sus atentados en Europa.
Entre los tipos de atentados de los que advertía, señalaba que estaban ganando enteros aquellos cometidos contra los denominados "objetivos blandos", con el objetivo de causar una matanza "masiva e indiscriminada". Precisamente, ponía como ejemplos de ello el atentado de Niza. Europol destacaba que tienen un efecto más "potente" sobre la opinión pública y consiguen "intimidar" a la población civil.