El Mundo nos pone al día sobre el caso Nóos. "Discrepancias sobre la pena a Urdangarin retrasan el fallo". Total, ya ni nos acordábamos. El editorial habla sobre la chorrada de Fátima Báñez con los horarios laborales. "El Gobierno abre un debate estéril en torno a la jornada laboral", un debate "con poco recorrido". Primero porque "el Gobierno carece de las atribuciones políticas para fijar por ley los horarios de trabajo", a ver si nos van a cerrar los chinos y nos dejan sin poder comprar el pan a las once de la noche. Segundo porque "no es concebible que debido al privilegiado clima cálido y a las horas de sol de las que disfrutamos en España, los comercios, los bares, los restaurantes o las actividades de ocio dejaran de funcionar a las 18:00". Que en verano a esa hora estamos durmiendo la siesta para salir a partir de las 9 con la fresquita, hombre. Y tercero, porque a los españoles no les da la real gana de cambiar sus costumbres. "Los españoles son reacios a adelantar la hora de la comida, la de la cena y el momento de sentarse ante el televisor". Y acostarse antes de la una de la madrugada, a quién se le ocurre. En resumen, que si lo que quiere Fátima Báñez es chapar el Congreso y Moncloa a las seis que no nos pongan a los demás como excusa. Federico Jiménez Losantos se hace eco del artículo de Zoe Valdés en Libertad Digital sobre Cuba. "Los margallos, dastis y rajoyes han perpetrado la traición más infame, la sumisión más deshonrosa a la dictadura castrista y mandan a Cuba a la comisaria Mogherini a decir, porque lo ha dicho y no se le ha caído el lifting de vergüenza, que todo está cambiando en Cuba (…) ¿Y todo eso por qué? Dice el Movimiento Cristiano de Liberación que 'sólo por un puñado de hoteles'. Para mí que los palanganeros del sexo barato y los lavanderos del dinero negro, sobre todo el blanco FARC, pero muy especialmente estos políticos bacinillas que trabajan para ese puñado de hoteles, antes meublés, se llevan bastante más de un puñado de dólares".
El País dice que "Rajoy salva el primer escollo de los presupuestos con un amplio apoyo parlamentario". Larga vida al rey Rajoy. Juan José Millás tiene una honda "pena". "Entre el suelo electoral del PSOE y el techo electoral de Podemos se extiende un desierto por el que deambulan contribuyentes abandonados por todos los partidos del espectro político". Mientras Podemos debate y debate, "el PP aparece como la única ciudad propiamente dicha en miles de kilómetros a la redonda. Hay viajeros que logran atravesar el desierto sin caer en el abatimiento abstencionista, pero que al alcanzar exhaustos la orilla del PSOE se quedan perplejos también al contemplar su ruina moral, así como los moralistas escogidos para salir de ella. ¡Qué pena!". Ya, ya, que quieres votar al PP y te estás justificando.
ABC no arriesga y se aferra a Cataluña. "El gobierno responderá a 45 de las 46 exigencias soberanistas de Puigdemont". La 46 es el referéndum, pero todo se andará. Dice el editorial que "es desolador contemplar cómo en distintos medios políticos, sociales y económicos no independentistas se ha asentado con una naturalidad alarmante la tesis de que solo desde la cesión al desafío secesionista habrá solución (…) Es como si la celebración, forzada o pactada, de un referéndum separatista fuese la estación término inevitable". Pues los socialistas se van a tirar de los pelos. No gobiernan por el dichoso referéndum. Ignacio Camacho, experto marianólogo, examina lo de Rajoy en la cena navideña de su partido. "Rajoy no suele dar puntadas sin hilo, por más que a veces se enrede en su lengua de madera. Su media sonrisa no era de confusión sino de travesura (…) Un aviso tintado de amenaza. Presupuestos o urnas". Qué cabroncete, el presidente. No podía hacer como todo el mundo y bailar la conga de jalisco.
La Razón, cum laude en marianología, dice que "Rajoy renovará todo el PP antes de mayo para lo que venga". "Acelera los congresos para que se hagan antes de que se puedan disolver las Cortes", allá por mayo. Pedro Narváez dice que es que hay que tener mucho cuidado con las celebraciones navideñas, que "las carga un anticristo que devora reputaciones. Ahí sale el Donald Trump que llevamos dentro como un Alien". Y encima sale Soraya con eso de que Mariano es más de desayunar que de cenar, que parecía "invocar a los efluvios de Baco. Un hombre de orden achispado por la política tras la borrachera de la sesión de control". También Fernando Rayón apunta a la teoría etílica. "Es lo que tienen las cenas de Navidad. Se come mucho, se bebe bien, y la lengua se suelta. Claro que si el que la suelta es Mariano Rajoy, las casualidades dejan de serlo para tornarse advertencia, lapsus, cansancio, posibilidad, aviso, gallegada…". Eso pasa por trincarse tres botellas de Albariño con Bertín Osborne, que uno crea fama.
Sólo La Vanguardia es capaz hoy de arrancarnos una sonrisa. Y no por su titular "Puigdemont y Colau apoyan a Forcadell frente al TSJC", qué sopor. Sino porque nos presenta a "Iceta, a lo Blues Brothers, en la Fashion & Arts". Saldrá el domingo y el líder del PSC "al ritmo y al estilo de los Blues Brothers" habla sobre Susana Díaz, qué díver. Dice de ella que es "arrebatadora". ¿De arrebatar? No concreta. "Iceta posa y se deja llevar ante la cámara de Sergi Pons mientras responde a las preguntas de Joana Bonet. Una entrevista en la que habla sobre su homosexualidad y el momento en el que decidió salir del armario". También desvela que es "coleccionista de olores", como el asesino de El Perfume. ¿Será un aviso a Susana? Y esto no fue en una cena de Navidad.