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Del 'No es No' al 'ni Su ni Sa' o el pinchazo de los críticos en Sevilla

Muchos sospechan que hay una operación en marcha para buscar alternativas a Díaz. Lo que ocurrió en Sevilla podría ser una prueba. 

Susana Díaz en un acto de esta semana | EFE

Primero fue el "No es No" a la investidura de Mariano Rajoy y con esa base se constituyeron las plataformas críticas hacia la Gestora socialista erigida tras el tremendo Comité Federal pasado. Pero ahora, lenta y minuciosamente, las cosas parecen deslizarse hacia "ni Su ni Sa", esto es, ni Susana ni Sánchez, estrategia que parece propiciar el surgimiento de una tercera vía que eluda la división inevitable tras el próximo congreso de… ¿junio?

Ya advertimos de las anomalías que presentaba el acto celebrado este jueves en Sevilla en el que un grupo, escaso, de críticos de toda España iban a mostrar el músculo de su movimiento. Susana Díaz había concedido horas antes que la cuantificación de su volumen rondaba el 30 por ciento de la organización del PSOE, pero, claro, aún no había tenido lugar el acto de Sevilla. De haberlo conocido, su báscula de pesar apoyos habría arrojado un resultado menor.

¿Por qué es un pinchazo? Sencillamente porque el acto no respondió a las expectativas ni en la cuantía de los asistentes ni en la cualidad de las caras conocidas allí presentes. Cabe la posibilidad, esto sí, de que el pinchazo fuese programado de modo que no se hiciera mucha sangre en el circo socialista. Pero en las luchas de poder, tal sutileza es inútil. Al final, se suma y se cuenta.

La cuantía, según diferentes fuentes, fue, como máximo, de 300 asistentes. Muchos no parecen, pero parecen todavía menos si se tienen en cuenta los preliminares pregonados. Iba a ser, recuérdese, un acto de todas las plataformas constituidas en España, que se fijan en 28, y la reunión tenía lugar en Sevilla, una agrupación donde los disidentes se decían más de 600. Tras el acto, ya puede decirse que los críticos de otras partes de España no vinieron en su mayoría y que la mayoría de los sevillanos del "no es no" tampoco asistió al acto.

Pero por otra parte hay que referirse a la cualidad de los asistentes. El único asistente realmente relevante por el poder orgánico y político que estuvo presente en el acto fue Quico Toscano, alcalde de Dos Hermanas, jefe del clan Toscano y firme impulsor de la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba en su confrontación con Carmen Chacón en las primarias de 2012. Pero, fíjense, aunque intervino en el encuentro no quiso demonizar a nadie ni dudó de las primarias admitiendo, eso sí, que lo del congreso iba para largo. Vamos, nada radical.

De los partidarios de Rubalcaba entonces –más abajo explicaremos por qué traemos a colación al Tigelino de Ferraz–, apenas había nadie más. Bueno, estaba el hermano de Pepote Rodríguez de la Borbolla, Pedrote, de tercera fila política y con un hermano señalado en el caso ERE. La propia sevillana Nieves Hernández, la portavoz de las plataformas, acosada desde hace días con las menciones a su implicación en el caso de las facturas falsas de UGT. Para colmo de la confusión, allí estaba el ex diputado Ramón Díaz, otro implicado en el caso ERE. Además, asistieron el jubilado Manuel Fernández, ex parlamentario socialista además de ex secretario general de UGT-A; Elia Maldonado, también ex y Maribel Montaño, ex concejal del PSOE en Sevilla hace diez años.

Para haber sido un acto medianamente competitivo, debería haber contado con los críticos del PSOE de Cádiz, desde Luis Pizarro a "Billy el niño" (Paco González Cabaña, ex secretario general y ex presidente de la Diputación de Cádiz) pasando por los críticos de Granada, alcalde de Jun incluido, los críticos de Almería y los de Málaga, por lo menos. Alfonso Gómez Rodríguez de Celis, un enemigo clásico de Susana Díaz en Sevilla y acogedor habitual de Pedro Sánchez en la capital andaluza, no se hizo notar.

Y desde luego, tendría que haberse percibido una destacada asistencia nacional, algo que no ocurrió salvo por las figuras de Odón Elorza, un anómalo en Sevilla y las casi desconocidas diputadas nacionales Zaida Cantera y la gallega Rocío de Frutos. La presencia sevillana no llegó al 30 por ciento de los críticos sevillanos supuestamente contabilizados por la propia plataforma sevillana, aunque se jugaba en casa.

Naturalmente, tendría que haberse inundado el hotel en que se celebró el acto, pero no fue así. Los organizadores han insistido en que no había asientos suficientes en el salón contratado (220), pero olvidan decir que el hotel tiene más salones que el alquilado y que ninguno de ellos fue utilizado.

El acto consistió en reivindicar unas primarias, que no niega "ella" – forma en la que se refirieron a Susana Díaz casi todos los intervinientes–, y la urgencia de un Congreso federal habida cuenta de que se considera irregular la presencia de la Gestora en la vida del partido. Elorza habló de rebeldía socialista. Cantera ondeó la bandera de la ética de los pequeños contra los grandes en el PSOE –sigue habiendo clases–, y de Frutos daba rienda suelta a su tristeza por el apoyo al PP. Todos coincidieron en exigir unas "primarias limpias" no manipuladas por la Gestora o el Comité Federal.

Ni Su ni Sa y la alargada sombra de Rubalcaba

Pero nadie defendió la candidatura de Pedro Sánchez ni su figura, que fue estratégicamente apartada del acto. Esta omisión puede interpretarse como un acto de prudencia ante la operación "Ni Su ni Sa" ya circulante dentro del PSOE que tiene como finalidad la emergencia de una tercera figura, ni Susana ni Sánchez, que sea capaz de coser las heridas y evitar las divisiones que hoy afectan al socialismo nacional.

Aquí es donde empieza a tomar cuerpo la sospecha, ya aireada por algunos digitales, de que la verdadera operación tapada es la del Ni Su ni Sa que muchos, incluso Susana Díaz según ECD, atribuyen a Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras haber sido su compañero de viaje en la defenestración de Pedro Sánchez, Rubalcaba, desde los entresijos de El País, dio el visto bueno a la autopostulación de Patxi López en un artículo que volverá a leerse con toda seguridad.

Tras la liquidación de Sánchez y obtener de Susana Díaz la presidencia del Comité Federal en la figura de José Blanco y el nombramiento de Ramón Jáuregui como nuevo portavoz del PSOE en el Parlamento Europeo, dos piezas clave en el devenir del PSOE, ahora se trata, según esta hipótesis, de eliminar de la escena nacional a Susana Díaz arguyendo, y es un argumento fuerte por lo evidente, que dificulta la unidad del partido y abre heridas en vez de "coserlas". La importancia de mantener Andalucía y la imprescindible continuidad de la lideresa en el sur será un argumento venidero.

En este contexto, adquiere interés la posible existencia de una candidatura nueva, ni Su ni Sa, que es, de hecho, lo que han escenificado los críticos en Sevilla no haciendo de Pedro Sánchez la figura central del encuentro, como se esperaba. Si no es Pedro Sánchez, ¿quién puede ser? Patxi López ya sacó la cabeza, pero a lo mejor no es el último, o la última.

De todos modos, Susana Díaz tiene un gran peso en determinadas regiones españolas y tiene a su favor el manejo de la imagen corporativa en los medios que hoy compararán los muchos asistentes a su mitin de Jaén (ojo porque va a llover de manera intensa) que la apoyarán junto a José Luis Rodríguez Zapatero. Y si es acosada en acto paralelos por Spiriman y la marea sanitaria, que han amenazado con reventar el acto, mejor. Y queda mucho para junio.

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