La reunión entre 'pablistas', 'errejonistas' y anticapitalistas acaba sin acuerdo

La reunión de los representantes de las tres corrientes principales de Podemos -la pablista, la errejonista y la anticapitalista- para intentar llegar a un acuerdo sobre el sistema de votación de Vistalegre II ha fracasado.

Este jueves por la tarde, un representante de cada bando de la formación se daban cita en la sede del partido en la calle Princesa de Madrid para intentar consensuar una misma propuesta de cara a la consulta entre los militantes que tendrá lugar entre los días 18 y 20 de diciembre y en la que se elegirán las reglas que regirán las votaciones de la segunda Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos.

Durante una hora y cuarto, Juan Manuel del Olmo (diputado afín a Pablo Iglesias ), Pablo Bustinduy (cercano a Errejón) y Diego Pacheco (de la corriente anticapitalista) han discutido varias propuestas realizadas por Pablo Echenique para llegar a un acuerdo pero no ha podido ser. Así las cosas, cada facción del partido llevará su propia propuesta a la consulta que se celebrará entre el próximo domingo y el martes.

Cada uno, lo suyo

Los pablistas continuarán defendiendo que la votación de documentos y de listas en Vistalegre II se haga de manera conjunta mediante el sistema "desBorda", que favorece a aquellas propuestas que lleguen a acuerdos. Por su parte, los errejonistas buscarán que la votación de propuestas y caras se realice de manera separada.

Y los anticapitalistas mantendrán la propuesta que ya habían presentado, que contenía el sistema de votación Dowdall y la división del debate en dos fases: primero los documentos organizativos y éticos, y después, el debate político, con candidaturas y proyectos asociados.

Desde este ala del partido también han criticado el sistema presentado por Echenique, porque es "mayoritario" y "prima con fuerza la primera lista sin garantizar la incorporación de otra voces". También han asegurado que el modelo de los errejonistas incide en un problema que ya observaron en Madrid. "Si votamos por separado las propuestas de las caras no normalizamos las diferencias políticas latentes y nos quedamos sin poder debatir sobre ideas en la segunda vuelta, solo únicamente de personas".