El idioma español no existe para la administración municipal de Ada Colau. A pesar de que muchos barceloneses lo tienen como primera lengua y del peso de la inmigración hispanoamericana en determinados barrios de Barcelona, la alcaldesa prefiere que los consejos de barrio se convoquen en catalán, árabe e incluso en tagalo antes que en español.
Así ocurre en el Barrio Gótico, una de las zonas más turísticas de la capital catalana y en la que sus vecinos son instados a participar en una reunión el próximo martes 13 de diciembre con concejales y consejeros del equipo de gobierno con un cartel en catalán y árabe. Lo mismo pasa con una reunión de similares características montada en el distrito de Ciutat Vella, en la que el Ayuntamiento cita a los ciudadanos en los antedichos catalán y árabe y, además, en tagalo.
Por el momento, Ada Colau trata de mantener una cierta distancia con el bloque de partidos separatistas, pero en las iniciativas y activades municipales se aprecia una clara sintonía con los postulados lingüísticos e identitarios más ortodoxos del nacionalismo. Colau intenta también agrupar todas las versiones catalanas del podemismo en un solo partido cuyo primer objetivo es definirse respecto al proceso separatista. Los "comunes" de Colau (su partido se llama Barcelona en Comú) son partidarios del derecho a decidir, pero por el momento tratan de que el referéndum sea pactado con el Estado.